Secciones
Servicios
Destacamos
En agosto del año pasado diagnosticaron a su madre, Isabel, de cáncer de colon. Tenía 75 años. Las semanas previas lo sospechaban pero una biopsia lo confirmó. En un primer momento le suministraron unas pastillas de quimio, se las estuvo tomando una semanas y en ... una revisión para comprobar el resultado «vieron que no había hecho nada». El tumor seguía allí, cuenta Javier, y además había metástasis, «no había solución y nos derivaron a Cuidados Paliativos.
Eran los últimos días de septiembre. Al principio Isabel se valía por sí misma y cuando empezó a estar algo más «torpe» le ofrecieron la posibilidad de ingresar en el Hospital de La Rioja, pero como ella estaba consciente y así estuvo hasta el día de antes, la familia prefirió que estuviera en casa. Y así fue hasta que falleció el 9 de noviembre. Isabel sabía lo que tenía, que era grave, «pero en ningún momento dijo tengo cáncer, me voy a morir. Se veía cada vez más débil y se preguntaba cómo una persona puede debilitarse tanto».
Nada más llegar a Paliativos Javier les dijo: «Si estamos aquí es porque no hay solución, y me dijeron, efectivamente». «Te sientes arropado incluso cuando te están diciendo que no hay solución, que se va a morir en unas semanas, y aún así, con lo duro que es eso, te sentías arropado cuando venían y cuando te llamaban». El apoyo no acabó el 9 de noviembre, antes, la psicóloga le ayudó con el preduelo y después ha seguido haciéndolo con el duelo, un proceso, dice, que está siendo «más llevadero» gracias a la unidad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.