Ellas siempre estuvieron ahí

Siempre han estado ahí. Desde antes que todo esto pasara. Ellas (y ellos) constituyen el pilar fundamental sobre el que se edifica el grueso de cualquier sistema sanitario, que colapsaría si, de la noche a la mañana, desaparecieran. Y ha tenido que llegar una pandemia para que muchos lo entiendan: las enfermeras han estado (y están) en primera fila desde el día 0. En Urgencias, en la UCI, en Atención Primaria, en los centros sociosanitarios... y también, por supuesto, en una campaña de vacunación que cada día que pasa nos acerca más a la derrota del virus. Este miércoles, 12 de mayo, se ha conmemorado el Día Internacional de la Enfermería, una jornada en la que recordaron que siempre están y estarán al servicio no del paciente, que también, sino del ciudadano.

Tras más de un año de intensa brega contra el COVID-19, el colectivo ha llegado a su día grande con las fuerzas justas. «Estamos agotadas», asume Marta Sáenz-Torre, secretaria general autonómica del sindicato de enfermería SATSE de La Rioja. En este tiempo han convivido con «la incertidumbre, el miedo, la enfermedad, la muerte, el cuidado de las secuelas y la vacunación» lo que ha hecho que «la sociedad ya conozca la enfermería y el papel que desempeña». «Se nos reconoce mucho más social y laboralmente», valora.

Este miércoles, muchas de las enfermeras de La Rioja han salido a la calle y han encendido la linterna de sus móviles para recordar a Florence Nightingale, «la precursora de la enfermería, la dama de la lámpara», dice Elisa Elías, presidenta del Colegio de Enfermería de La Rioja, «una forma de homenajear a la profesión» a la que se sumó el Ayuntamiento de Logroño iluminando el Puente de Piedra y la muralla del Revellín de azul durante tres días.

La intensidad extrema de estos meses, interpreta la responsable de SATSE, ha alumbrado «una enfermería mejor, que ha aprendido mucho profesionalmente, que estudió las pandemias durante su formación y que ahora ha tenido que enfrentarse a una», dice.

La pandemia ha tenido otra derivada: el desempleo cero. «Estamos trabajando todas las enfermeras en La Rioja», asegura Sáenz-Torre, que puntualiza que eso no signifique que el sistema necesite más personal: «Necesitamos más personal, unas 600 enfermeras en La Rioja. En España tenemos una media 5 enfermeras por cada 1.000 habitantes» cuando la media en Europa son 8. Similar interpretación se hace desde la entidad colegial: «No solo hacemos labor asistencial, también de gestión, de programación sanitaria, docente, investigadora... Estamos presentes en todos los sitios», explica Elías recordando que «pese a la presión asistencial, las enfermeras siempre están ahí». Junto a esa demanda, Elías reivindica también mejoras en la escala laboral y ser integradas en el grupo A2 del funcionariado.

Pero sobre todo, en un día como el de hoy, ambas reclamaron más responsabilidad por parte de toda la sociedad en la lucha contra la pandemia. «Imágenes como las del fin de semana nos enfadan mucho. Piensas que hay gente que se siente inmortal y quizá tendríamos que llevarlos a hacer una ruta turística por el hospital para que vean la realidad. Estamos cansadas y está más que demostrado que cumpliendo cuatro normas básicas se evitan los contagios», dice Elías. «Es frustrante ver que no sirve para nada todo lo que hemos aprendido. Da rabia, mucha rabia, ver a la gente sin cumplir medidas. Se puede salir y disfrutar, pero no hacer esas barbaridades que se han visto en algunas ciudades. Parece que sólo funciona el castigo», lamenta Sáenz-Torre.

Pese a todo, seguirán al pie del cañón, en primera fila. En sus manos está el fin de la pandemia como en sus manos estuvieron los que más la sufrieron.

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