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Un total de setenta familias riojanas se ha declarado insolvente en los juzgados entre 2016 y 2020, último ejercicio contabilizado por la Estadística del Procedimiento Concursal que elabora el INE. Son los cinco años en los que la Ley de Segunda Oportunidad ha estado plenamente ... activa (entró en vigor en la segunda mitad de 2015), normativa cuyo objetivo es liberar o aliviar la carga (los débitos con las administraciones públicas quedan parcialmente exonerados) de aquellos que, actuando de buena fe, contraen deudas que no pueden pagar. En ese lustro la cifra de riojanos acogidos a esta normativa ha crecido el 300%.
Fue el caso de la pareja formada por Luis Rea y Jenny Moya. Su historia es la que vivieron cientos de riojanos durante la crisis financiera e inmobiliaria de la pasada década. Luis es albañil autónomo y el crack de la construcción le dejó sin trabajo y, en consecuencia, sin la posibilidad de poder hacer frente a la hipoteca de su vivienda y a los aproximadamente 30.000 euros (el importe de deuda como tal, más intereses y sanciones) pendientes de pago a diversas administraciones públicas, entre ellas la Agencia Tributaria y el Ayuntamiento de Logroño. Según sus explicaciones, la propia entidad que le había concedido el crédito le propuso contratar otro «por 7.500 euros» para retomar el pago de las cuotas hipotecarias mensuales. «Era dinero que no veía, porque salía directamente de la cuenta cada mes para abonar la cuota de la hipoteca», relata.
La crisis se prolongó y, con ella, la situación de desempleo. Y, como ocurrió con otros muchos particulares, en 2013 no tuvo otra salida que la de «dar la vivienda en dación de pago al banco para acabar con todas las deudas que tenía» contraídas con él, no así las de las administraciones públicas, que seguían vivas.
Pasados cinco años, y ya trabajando (tanto a él como a su mujer, empleada en Ayuda a Domicilio, el sector público practicaba embargos en las nóminas), acudió de nuevo a la misma entidad financiera para solicitar un nuevo préstamo, esta vez para adquirir «un coche para mi trabajo». Pero «después de cinco años pensando que ya no debía nada al banco me dijeron que estaba en los ficheros de morosidad porque una parte de la deuda», la correspondiente al crédito de 7.500 euros, «estaba sin pagar». «Me engañaron con la dación», sostiene.
Luis añade que quiso «arreglar» la situación de forma extrajudicial, pero «no me dieron forma de negociar». Entonces, su mujer «se enteró de que existía la Ley de Segunda Oportunidad y de que había unos abogados que nos podían ayudar», en referencia al despacho Repara Tu Deuda, uno de los que más casos están llevando en todo el país (han logrado la condonación de 80 millones de euros en deudas) que, de hecho, ya ha conseguido en seis ocasiones precedentes otras tantas liberaciones de deuda a particulares en La Rioja por un importe total de 423.623,98 euros, confirma la CEO del bufete, Alicia García. Siete casos más ultiman el proceso en la región para conseguir la condonación y otros 90 están ya en marcha, apunta García, aunque a medio plazo pueden ser más. Solo en el primer trimestre, este despacho asegura haber recibido 1.662 peticiones de particulares riojanos, el 78% más que hace un año, «probablemente como consecuencia de la crisis provocada por el COVID» y porque «afortunadamente cada vez se va conociendo más la existencia de esta Ley a la que inicialmente se le dio poca publicidad».
Desde Repara Tu Deuda se les indicó a Luis y a Jenny todos los documentos que debían presentar «y lo que teníamos que hacer». Lo hicieron. Y el pasado 23 de junio, el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Logroño les reconoció «el beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho» que alcanza a «los créditos ordinarios y subordinados pendientes a la fecha de conclusión del concurso, aunque no hubieran sido comunicados, incluidos los créditos de derecho público». No obstante, durante cinco años, el matrimonio se compromete a un plan de pagos con la Agencia Tributaria y el Ayuntamiento sobre el crédito privilegiado (el 50% del débito público real, sin intereses ni multas, que la Ley no exonera) a razón de 23,77 euros al primero y 4,79 euros al segundo. Una solución final que «nos permite vivir tranquilos porque ha sido durísimo», remata.
Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad hay que cumplir una serie de requisitos, como haber actuado de buena fe, no superar los cinco millones de euros en impagos y haber intentado un acuerdo extrajudicial con los acreedores. Llegado ese momento es cuando se inicia el procedimiento para el 'Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho'. Si es concedido, los deudores quedan exonerados de todas las deudas privadas y del 50% de lo que deban de débito principal a las administraciones públicas, más los intereses y las sanciones acumulados. Sobre el 50% restante, denominado 'crédito privilegiado', se establece un plan de pagos a cinco años. Transcurrido ese plazo, y aunque no se haya cumplido todo el plan, el juez, previa audiencia de los acreedores, puede conceder la exoneración definitiva.
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