El comedor escolar cuenta en La Rioja con muchos adeptos, aproximadamente cuatro mil alumnos según los cálculos de la consejería de Educación utilizan diariamente este servicio. Hasta ahora, era la única posibilidad para aquellas familias que, principalmente por cuestiones laborales, no pueden recoger a sus ... hijos a las dos de la tarde, a la salida tradicional. Sin embargo, el encarecimiento de las tarifas ha terminado de impulsar otro modelo a semejanza de 'madrugadores' y que ya toma forma en cuatro centros riojanos, aunque podrán sumarse más, la ludoteca de tarde o 'tardones'.
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«Es una cuestión de supervivencia, ante la subida del precio de los comedores escolares las Ampas le echan imaginación y buscan alternativas», señala Ricardo Zaldívar, de FAPA Rioja, que subraya que el factor económico ha sido el acicate para ello, ya que «otros años se había planteado, también por la baja calidad del menú pero no existía demanda».
No está ocurriendo así este año y ya son varios los colegios que se encaminan a dar otra solución para aquellas familias que tienen que recoger a sus hijos algo tarde. Gonzalo de Berceo, de Villamediana, y Obispo Blanco Nájera, Siete Infantes de Lara y Duquesa de la Victoria, de Logroño, comenzarán el curso con este servicio. Otros están estudiándolo o a la espera de la autorización de la dirección de los centros.
María Sarasua, del AMPA Siete Infantes de Lara, explica que «estábamos buscando actividades complementarias, ya que muchas familias se veían obligadas a dejar a sus hijos en el comedor, con el sobrecoste que eso supone». El primer intento, en abril, no salió adelante, «pero en junio, cuando anunciamos los servicios para este curso hubo mucho interés», comenta.
Para septiembre ya cuentan con 16 inscritos, y de cara al siguiente mes la cifra se aumenta. Entre las dos y las tres de la tarde, los pequeños realizarán actividades con los monitores del servicio, hasta que lleguen sus padres. El coste será de 25 euros mensuales, al menos en el caso del Siete Infantes de Lara. «Queremos que de frutos y podamos contribuir a ayudar a las familias con esa conciliación que a veces es tan complicada. Además, tenemos claro que es una opción complementaria y que seguiremos luchando por el buen funcionamiento del comedor». concluye Sarasua.
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