El Servicio de Mediación Familiar atendió a 600 personas el año pasado

Entre Logroño, Santo Domingo y Calahorra más de 300 personas han sido atendidas en lo que va de año por el Servicio de Orientación y Mediación Familiar de Logroño. Este servicio voluntario y gratuito para todos los riojanos ayuda a fortalecer las relaciones de pareja y, en caso de divorcio, mediación entre las dos partes además de una ayuda psicológica y jurídica durante todo el proceso. En 2023 fueron 600 personas las que acudieron al servicio.

Este servicio público presenta tres tipos de asistencias: el primero es el asesoramiento jurídico en cuestiones de pareja y familiar, sobre todo, con temas de separación y divorcio traumático que necesitan mediación entre los individuos. El segundo es informar de cuestiones de testamentos, herencias y sucesiones. Y, por último, todo lo relacionado con temas de filiación y la ayuda a los abuelos que tienen problemas de relación con sus hijos y que se les impide ver a sus nietos.

A este encuentro ha acudido María Martín, consejera de Salud y Políticas Sociales, Marta Gómez, directora general de Servicios Sociales e Instituto de Igualdad y Patricia Álvarez, psicóloga y mediadora de este servicio. Este apoyo es un «proceso de ayuda psicológica a personas, parejas y familias en situación de crisis o conflicto que lo necesitan», manifiesta Álvarez. Todo ello es para «mejorar las relaciones familiares entre los involucrados», continua.

Para este proceso se atienden varias cuestiones. Terapia de pareja o para individuos en problemas con su cónyuge y mediación familiar con el núcleo del hogar. Los servicios más demandados están relacionados con «la terapia de pareja, el apoyo en proceso de ruptura y la mediación familiar», explica Álvarez.

El Servicio de Orientación Familiar tiene como objetivo «favorecer la resolución de conflictos y ayudar a las relaciones familiares con intervención de profesionales especializados». A su vez, ayuda en la gestión y resolución de conflictos en los procesos de separación y divorcio, todo para propiciar un acuerdo. Los interesados pueden dirigirse al trabajador social del ayuntamiento o al teléfono de información: 941 29 45 51. En Logroño, la sede se encuentra en la calle Muro de la Mata, 8.

Victoria, nombre ficticio de esta usuaria, lleva cinco años en este servicio. Tras un comentario de una compañera de trabajo, Victoria llegó a este lugar después de terminar una relación de 30 años. «Estuve yendo a un servicio de psicología privada y me vino bien, me ayudó. Pero cuando pedí cita aquí, me metieron en una sala y todo era más cercano que en la otra consulta», describe Victoria.

«Lo que han hecho es ayudarme a digerir toda la situación que yo tenía y me sentí muy acompañada». Tras la intervención de este servicio «he logrado recuperar mi trabajo, mi vida con mi hijo y conseguí una relación cordial con mi ex marido». Para llegar hasta aquí Victoria ha hecho mucha parte del trabajo, pero «es gracias a ellos que me hicieron ver un poco toda la perspectiva. Consiguieron que me desahogara y me quitara un peso de encima».

Con cada una de esas visitas Victoria se veía «mucho más fuerte cuando ocurrían situaciones que a mi antes me hacían sentir pequeña». Viendo todo desde un futuro Victoria cree que el mayor problema era ella misma. «No asumí la situación, tenía depresión y ansiedad, perdí mi trabajo y mi hijo me veía llorar todas las noches. Yo no era muy consciente, pero cuando me dí cuenta que mi hijo me está viendo me resultó muy doloroso. Por eso viene, porque la que necesitaba ayuda era yo». En este centro de Logroño siempre ha sentido un trato muy cercano. «Me han atendido si he tenido una crisis. Si no me veo capaz de algo, los llamo y me hacen un hueco para poder verme». Victoria anima a todos aquellos que necesiten una ayuda en este tipo de situaciones. «Es gratuito, la gente es supercercana, son muy profesionales y los plazos de espera son prácticamente iguales o más cortos que una consulta privada. Es un servicio que podemos tener como residentes de La Rioja». Para Victoria saber que en momentos así de difíciles tiene un apoyo «vale muchísimo».

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