El servicio de hospitalización a domicilio volverá a atender a las personas mayores que viven en residencias

La atención a las residencias no conllevará el incremento de la plantilla de Hospitalización a Domicilio, sino que se realizará a través de una reorganización del servicio, incrementando la eficacia y la eficiencia de la asistencia que prestan. En este sentido, la consejera ha querido agradecer el esfuerzo a estos profesionales que están dirigidos por el doctor Francisco Antón e Inmaculada Marco, como supervisora de enfermería.

La asistencia a las residencias se llevará a cabo desde una unidad especial dentro de Hospitalización a Domicilio, que coordinará además la atención que a los usuarios de estos centros se presta desde los servicios de Geriatría de enlace, Paliativos y Psiquiatría geriátrica.

Como ha explicado María Martín, «devolvemos a los mayores un derecho que les fue recortado y que consiste en el derecho de todos a ser atendidos en su hogar de la misma manera, sea un domicilio particular o un centro residencial. Cuando viven en una residencia ésa es su casa y por tanto deben ser atendidos exactamente igual, sin restarles servicios».

Además, ha recordado que la experiencia demostró la eficacia de este programa, ya que cuando estuvo vigente se calcula que redujo en un 50% los ingresos hospitalarios de los residentes en centros de mayores. «El paso por Urgencias y la estancia en un hospital pueden ser experiencias traumáticas para las personas mayores, sobre todo para aquellas más vulnerables, con problemas de movilidad o deterioro cognitivo. Con el servicio de Hospitalización a Domicilio se logra en muchos casos evitar ese traslado y por tanto ese trastorno que puede incidir en su salud».

María Martin ha tenido palabras de gratitud para Antón, «que se ha volcado con este proyecto; implicándose y poniendo todo su saber, su experiencia y su ilusión en volver a poner en marcha este proyecto para los mayores». Un proyecto que ofrece también un mayor respaldo a los centros residenciales y a las familias, que viven con intranquilidad la enfermedad de los residentes y su posible ingreso hospitalario.