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DIEGO MARÍN A.
Viernes, 1 de abril 2022, 09:44
Un palista entrenaba ayer en Logroño remontando el Ebro. Nadie lo identificaría así, pero es un refugiado ucraniano. Se llama Artem Avramenko y precisamente ayer cumplía 41 años. Practica 'stand up paddle', disciplina en la que ha sido medalla de bronce de categoría Máster-40 en el Mundial. Anteriormente, en la disciplina olímpica de canoe, fue campeón absoluto de Europa en 1998 y tercero del mundo en 1999.
Artem ha llegado a Logroño de la mano de su esposa Oksana (28 años), excampeona de Ucrania en 200 metros mariposa. En mayo serán padres de una niña, Afina. Y seguramente la hija sea logroñesa gracias a Xenia Brusko, otra nadadora ucraniana, que llegó a ser quinta de Europa junior en braza, asentada aquí desde 2010. Se conocieron en el centro de alto rendimiento para deportistas de Kiev y la amistad conservada a través de las redes sociales ha propiciado el reencuentro a miles de kilómetros de su país.
«Hemos visto con nuestros propios ojos cómo caían las bombas y decidimos salvar no solo nuestras vidas sino también la de nuestra hija», relata Oksana. En Kiev ella impartía clases de natación y Artem, de 'stand up paddle' en el río Dniéper con su propio club. El deporte es el que les ha permitido encontrar refugio en La Rioja. «Ha sido el deporte lo que nos ha unido. De 2006 al 2010 coincidimos en el centro de alto rendimiento de la selección en Kiev, y después mantuvimos la relación», recuerda Xenia.
Oksana Avramenko | Ucraniana refugiada en Logroño
Juntos compitieron en los campeonatos de Ucrania y de Europa. En un principio la pareja ucraniana se refugió en Polonia pero después, animados por Xenia, y gracias a la ayuda de Cruz Roja, se trasladaron hace dos semanas a Logroño, donde ya reciben clases de castellano para poder integrarse mejor. Por delante confiesan que no saben muy bien qué les deparará el futuro. «Aquí empezamos desde cero pero, claro, en Ucrania la gente también va a empezar desde cero, aunque no sabemos cuánto va a durar el conflicto, así que no podemos hacer planes a largo plazo. Queremos dar a luz aquí y, después, ya se verá», confiesa Oksana.
Artem Avramenko | Ucraniano refugiado en Logroño
Pese a que la vida les ha cambiado radicalmente, por ejemplo, alumbrando un hijo en España, algo que no habían imaginado, Oksana y Artem sonríen, tienen buen humor y se les ve alegres. «Aún no entendemos cómo ha podido suceder esto. Es difícil explicar nuestro estado, pero estamos preocupados, con mucha carga emocional», admite Oksana.
Y Artem, cuyo sueño es volver a competir en el Mundial y que próximamente colaborará en la organización de una prueba del Club Mansilla Piragüismo para dar a conocer el 'stand up paddle', justifica su sonrisa por algo elemental, aunque también reconoce vivir momentos tristes: «Estamos vivos, que es lo más importante. Y queremos adaptarnos aquí. No necesitamos más tristeza sino sonrisas».
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Alberto Gil | Logroño
Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
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