Sentido común y consultar en caso de duda, consejos de los especialistas sanitarios

Responsabilidad, cordura, sentido común y, en caso de duda, consultar a quienes saben. Ese es el diagnóstico que trazan médicos y farmacéuticos sobre la automedicación, una práctica que sí defienden cuando va acompañada del adjetivo responsable; es decir, para dolencias menores, con síntomas leves y conocidos y sin otros condicionantes de riesgo.

«Tomar medicamentos por iniciativa propia en principio no tiene por qué ser malo siempre y cuando se utilicen para síntomas menores, como un dolor de cabeza, un resfriado o una acidez de estómago, por ejemplo», defiende Santiago Vitoria, director médico de Atención Primaria, quien añade que «el riesgo está en recurrir al autodiagnóstico y al uso de medicamentos que sí que precisan de receta médica o que los tomamos porque nos habían sobrado. Los medicamentos sirven para tratar cosas, pero también tienen efectos secundarios y utilizarlos en un momento u otro debe estar en manos del profesional».

Tras incidir en la distinción de la automedicación responsable de la irresponsable y del riesgo de interacciones, el doctor Vitoria cita el ejemplo de los antiinflamatorios. «El ibuprofeno, por ejemplo, tienen sus efectos. No pasa nada por tomarse alguno, pero si es acumulativo con los años puede producir daños en el riñón», resalta para alertar de que «especialmente peligroso es el uso de ansiolíticos o antidepresivos sin control médico porque pueden producir dependencia entre otros problemas».

Junto al uso inadecuado de antibióticos, el director médico de Atención Primaria también avisa de los riesgos del autodiagnóstico a través de internet y de la desinformación que llega a veces a través de las redes sociales. «Es cierto que las enfermedades son conjuntos de síntomas, pero estos pueden pertenecer a distintas enfermedades y es el profesional el que con su diagnóstico sabe discernir unas de otras».

Desde el Colegio de Farmacéuticos de La Rioja, su presidente, Mario Domínguez, coincide en que «tomarse un paracetamol cuando a uno le duele la cabeza o un antigripal no es malo. La automedicación responsable ante una dolencia menor, además de no ser negativa, es necesaria para desatascar el sistema de salud».

En cuanto a la irresponsable cita «un error muy habitual, tomarse lo que sobró de otra vez o recurrir a lo que le ha ido bien a la vecina; o el uso de antibióticos para cuadros en los que no sirven de nada, como los víricos». También alerta de las interacciones y los efectos secundarios. «Ahora en verano hay que tener cuidado con ciertos medicamentos porque son fotosensibles y hay que evitar exposiciones al sol. También se ven muchas afecciones en los ojos, conjuntivitis, pero puede ser por un virus, una bacteria, una alergia… Y el tratamiento será distinto según la causa».

Frente a ello aboga por pedir consejo a los profesionales y no caer en el autodiagnóstico y en la automedicación irresponsable. «Hay que buscar las fuentes de información adecuadas y veraces y ahí estamos los farmacéuticos, a la puerta de cada casa, para orientar, aconsejar y asesorar», concluye.

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