Cáritas La Rioja trazó el sábado su estrategia ante un futuro inmediato plagado, otra vez, de negros nubarrones. «Hemos diseñado un nuevo plan estratégico innovador y adecuado a la realidad que se está produciendo y a la que prevemos que se puede producir, porque son ... momentos de mucha incertidumbre», explica José Andrés Pérez, delegado episcopal de Acción Social y Caritativa, que asevera que «lo que desde luego no va a cambiar es nuestra vocación y nuestra misión, como institución de la Iglesia, de ponernos al servicio de los más desfavorecidos y vulnerables».
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Pérez defiende la necesidad de «acompañar a las personas en su lucha por poder ir abandonando la exclusión, pero siempre desde la clave de los derechos, no desde la caridad» y augura, pese a su optimismo, «tiempos difíciles, ya estamos en ellos». Tras recordar que «siempre que entramos en una crisis por lo que sea, los que más lo sufren son los más vulnerables», advierte de que el principio máximo de la inclusión es «no dejar a nadie atrás».
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