Seguimiento masivo de la primera jornada de huelga indefinida en Justicia

El responsable de Justicia de CSIF (sindicato mayoritario del sector en la región), Javier Ochoa, ha justificado la huelga en que «el Ministerio ni siquiera se ha dignado a reunirse con nosotros y a realizar una oferta, y vemos cómo a otros cuerpos, que representan al 7% de Justicia, sí se les atiende y ven resueltas todas sus reivindicaciones». Y, «ante esta falta de voluntad negociadora del Ministerio, nos vemos obligados a endurecer las medidas» de protesta, al menos «hasta que nos escuche y realice una oferta». Porque «este es un tren en marcha, y que no va a parar», y «esperemos que el Ministerio se dé cuenta de que cuanto antes ponga fin al problema, mejor para los ciudadanos, los profesionales y los trabajadores».

Porque las consecuencias de las movilizaciones se están haciendo notar. «Hoy el panorama de los juzgados es desolador», ha subrayado Ochoa. Desde el 17 de abril, durante los paros de tres días a la semana que han precedido a la huelga indefinida, «se suspendieron entre 80 y 100 juicios por semana, 500.000 en el conjunto del país». Y a esto se suman «los cientos de actuaciones judiciales y las demandas que se acumulan sin tramitar». Por tanto, «la Justicia, que ya acumulaba un retraso importante desde la huelga de los letrados, ahora se está viendo abocada a una situación que tardará mucho tiempo en solucionarse».

Los funcionarios demandan un reconocimiento «normativo y retributivo» de las funciones «que habitualmente realizamos, por encima de las que nos atribuyen las normas procesales». También aspiran a «participar en la negociación de las leyes de eficiencia y de lo que van a ser los futuros tribunales de Instancia, porque nos afectan en nuestras condiciones laborales, en nuestros centros de destino, en nuestras relaciones de puestos de trabajo y en nuestra movilidad». Y una demanda más: «Que se reconozca la carrera profesiona», ya que «llevamos esperando más de cuatro años a que se desarrolle mediante un real decreto».

Además de la primera jornada de huelga, parte de los funcionarios se ha concentrado ante la Delegación del Gobierno en La Rioja para escenificar una performance con la que denunciar su «hastío», que «no vamos a parar» y que «la Justicia se está muriendo». «Tenemos un atasco brutal y se tardarán años en sacarlo adelante», ha enfatizado Ochoa. Y su huelga general «lo va a empeorar», por lo que piden «disculpas» a los ciudadanos y a los profesionales por «el perjuicio que se les causa».

Pero la pelota «está en el tejado del Ministerio», que es «quien debería pedir disculpas» ante esta situación a «la que estamos abocados» porque hace oídos sordos a todas nuestras peticiones». A su juicio, la responsabilidad de este colapso «es de un Gobierno que se dice progresista, pero que ha demostrado ser clasista«, ya que »ha negociado las condiciones económicas con los cuerpos que más ganan y se olvida de los proletarios de la Justicia, de los que levantamos esto».

Vestidos de riguroso luto, los manifestantes -también han participado representantes del sindicato autonómico STAR- han portado un ataúd en el que se podía leer «Justicia: me han matado», acompañado de los mensajes de 'condolencia' de los sindicatos: «CSIF no te olvida«», «CC OO siempre te recordará» y «UGT te lleva en su corazón».

En la arenga ante los concentrados, Ochoa ha exhortado a sus compañeros a «intentar no enterrar a la Justicia». «Todo tiene arreglo señora ministra - ha dicho-, pero cuanto más tiempo pase más difícil será levantar el cadáver». Al término de su intervención, los concentrados han guardado «un respetuoso minuto de silencio por el eterno descanso de la Justicia» y han procesionado en cortejo el féretro con lemas como: «Si esto no se arregla: ¡huelga, huelga, huelga!» y «si esto no se apaña: ¡caña, caña, caña!»