La ONG de los negocios y la educación empresarial

«Nuestro objetivo es ayudar. Te sientes mucho más útil para la sociedad y para ti mismo», explica el presidente de la delegación de Secot en La Rioja, Jesús Aguado. «No se puede desperdiciar la experiencia», añade Félix González. «Es colaborar, pero también tiene un punto de egoísmo, porque te hace pensar, renovarte... Te obliga a estar siempre al día», tercia Luis Manuel Calleja.

Ellos son tres de la veintena de miembros de esta organización que reúne a más de un millar de directivos, empresarios o profesionales sénior en España. Sus puertas están abiertas para que los tengan ideas reciban asesoramiento gratuito y confidencial, que va «desde un negocio pequeño que se puede resolver en un par de sesiones a acompañamientos para proyectos más grandes», incide Aguado. El año pasado, fueron 19 las firmas asesoradas por Secot en La Rioja y este año cerrarán con una treintena. Que nadie espere una palmadita en la espalda. «Somos muy profesionales y sinceros. Escuchamos y si vemos que algo no tiene sentido, lo decimos. Se trata de evaluar, mejorar y acompañar», explica José Manuel Balseiro. Y, como siempre ocurre en el mundo empresarial, «hay ocasiones en las que nos han hecho caso y ha habido éxito, otras en las que no y también han salido adelante y otros negocios que, por diversas razones, no lo han tenido», añade Balseiro.

«Hacemos de psicólogo sin serlo porque escuchamos. Muchas personas tienen una gran formación técnica o una gran idea pero no saben vender, no saben administrar... Y ahí les ayudamos», argumenta Juan Manuel Domínguez.

A los emprendedores les ayudan con los planes de negocios, les asesoran y les muestran fortalezas y debilidades de sus proyectos, pero en los últimos años Secot se ha diversificado. «Cada vez somos más generalistas y más sociales», asegura Jesús Aguado. Colaboran con Ecoembes en proyectos de economía circular, por ejemplo, pero también hacen mucho hincapié en la formación: educación a jóvenes, pero también a personas mayores. Por ejemplo, la presencia de Secot se ha hecho ya conocida en centros de Formación Profesional, donde colaboran muy activamente (este curso visitarán 14 centros).

En las aulas, la experiencia de estos profesionales dispuestos a seguir al pie del cañon se ha topado con una realidad que les ha obligado a adaptarse. «No hay espíritu emprendedor. Creo que sobreprotegemos demasiado», avanza Balseiro, que ve en los jóvenes «el sueño de ser funcionarios». Y sin ese espíritu, es mejor no intentarlo:«Los conocimientos se pueden adquirir, pero es un error ser emprendedor si no se tiene carácter», añade Jesús Aguado.

También estos voluntarios se acercan a centros de mayores para impartir formación: manejo de tecnología, conocimientos para evitar la exclusión en el sector bancario, telefonía...

Son muchos frentes abiertos para un grupo al que no le faltan las ganas. Pero, con mucho humor, reconocen que necesitan «un relevo generacional». El objetivo es atraer a más profesionales jubilados (y jubiladas, uno de los grandes hándicaps a los que se enfrentan) que quieran matar ese gusanillo profesional que late siempre en empresarios, gestores o ingenieros, pero también en psicólogos, periodistas, médicos... que desean que su experiencia pueda servir a otros.

«Cuatro o seis séniors con ganas sería lo ideal. Es un trabajo muy agradecido y se disfruta mucho. Además, cada uno le dedica el tiempo que puede y si hay que cuidar al nieto, se cuida», bromea Aguado. En su sede, la Cámara de Comercio, o a través del correo larioja@secot.org este grupo espera nuevos/veteranos profesionales que sientan que aún tienen que dar mucho guerra.