«Vamos a por todo y ya me cambio cuando vuelva a casa», cuenta la mañana de este jueves la riojana Laura, vestida de blanco y rojo porque va a pasar el día (y la noche) al chupinazo de los Sanfermines, y esa es ... la vestimenta clásica. «El pañuelo me lo pondré cuando lleguemos allí y ya veremos a ver qué pasa», aclara emocionada.
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Como ella, decenas de jóvenes (locales y turistas) aguardan en la estación al autobús que les dejará, una hora más tarde, cerca de la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, donde el presidente del Club Atlético Osasuna, Luis Sabalza, será el encargado de prender la mecha que de inicio a las famosas fiestas.
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Esperando en la estación se encuentra también Miguel, que no va mucho más preparado que Laura y lleva por equipaje únicamente un chubasquero, un termo de café y varias coca-colas. «Llegaremos a medio día he iremos directos a la plaza. La vuelta la tenemos para el día 7 a las 10.00 horas de la mañana, así que me tocará echarme una siesta en un parque», explica entre risas.
Por su parte, Carlos, proveniente de Cádiz, únicamente viene porque tenía vacaciones y a un amigo aquí trabajando. «Esta es la primera vez que voy a Pamplona. No conozco a nadie ni sé nada, pero empezamos fuerte y hoy el día promete», remarca antes de subirse al vehículo, que será testigo de uno de los viajes más típicos del norte de España.
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