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La obesidad «se ha convertido en una pandemia», según alerta la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), que advierte de que se trata de «una enfermedad crónica, compleja, creciente y multifactorial». Además de las casi 400.000 personas estimadas en España con obesidad ... mórbida, el problema del exceso de peso sigue al alza en casi todo el planeta, también en La Rioja. Según la Encuesta Europea de Salud en España 2020, última disponible, el 15,81% de los riojanos adultos sufre obesidad al sobrepasar su Índice de Masa Corporal (IMC) –se calcula al dividir el peso por la talla al cuadrado– el 30.
Edad Entre 18 y 60 años.
Índice de Masa Corporal (IMC) Mayor de 40 o de 35 si hay comorbilidades asociadas.
Antecedentes Obesidad mórbida establecida al menos 5 años, fracasos continuados a tratamientos conservadores supervisados, ausencia de trastornos endocrinos...
Estabilidad psicológica y sanitaria Ausencia de alteraciones psiquiátricas mayores y de abuso de alcohol o drogas, que no haya contraindicaciones anestésicas y que el riesgo quirúrgico sea aceptable.
Compromiso Pérdida del 10% del peso antes de la cirugía y demostrar que hay decisión de cambiar los hábitos.
«Son unas cifras muy preocupantes, tanto a nivel de población general como, sobre todo, en infancia y adolescencia», señala la doctora Aitana García Tejero, jefa de Cirugía General y Digestiva del hospital San Pedro, quien recalca que «es un problema de salud pública importante, no solo por lo que supone la obesidad en sí, sino por todas las comorbilidades y patologías graves que derivan de ella». De hecho, según señala, se estima que la esperanza de vida de un paciente con obesidad mórbida «puede verse reducida hasta en 10 años debido a problemas de hipertensión, cardíacos, pulmonares, apnea del sueño, diabetes, dislipemia, arteriosclerosis... Muchísimos problemas».
Desde mayo de 2017, los pacientes riojanos tienen la posibilidad de someterse en la comunidad a una intervención de cirugía bariátrica. De hecho, el hospital San Pedro, pese al frenazo pandémico, ya ha rebasado con creces el centenar de operaciones. «Hemos intervenido a 133 pacientes», concreta la doctora García Tejedor, quien admite que debido al impacto en el sistema que provocó la crisis sanitaria del covid y la necesidad de priorizar las cirugías más urgentes la lista de espera ha crecido en el último periodo. «En la actualidad ronda los 6-8 meses y tenemos ahora unos 20 pacientes pendientes de cirugía», detalla la jefa de Cirugía General y Digestiva.
No todos los enfermos pueden ser operados. Además de la edad, entre 18 y 60 años, hay una serie de criterios: que el IMC sea mayor de 40 o de más de 35 si hay asociadas enfermedades que vayan a mejorar con la pérdida de peso; ausencia de abuso de alcohol y drogas y de alteraciones psiquiátricas mayores; que el riesgo quirúrgico sea aceptable... Y que se constate el compromiso.
Aitana García Tejedor
Jefa de Cirugía General y Digestiva del Hospital San Pedro
«La cirugía es solo uno de los pasos para ayudar a corregir la obesidad, se requiere un cambio en el estilo de vida. Antes de incluirle en las listas quirúrgicas el paciente nos tiene que demostrar que va a seguir el régimen, el estilo de vida necesario», aclara la doctora, quien resume que «en esa fase inicial de preparación hay una guía en la que además de la dieta, se incluye el ejercicio físico, la preparación psicológica y el abandono de hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol y la demostración del compromiso con la pérdida del 10% del peso con el que el paciente ha llegado a la consulta».
Admitido para cirugía, el paciente será sometido a una de las dos técnicas que se practican en el San Pedro: la gastrectomía vertical, la más sencilla, y el bypass gástrico, la más habitual, ambas con un periodo de hospitalización de entre 1 y 3 días. «La gastrectomía vertical es una técnica restrictiva que consiste en que realizamos una reducción del estómago, se corta y se extirpa el sobrante y se deja un tubo de, más o menos, entre unos 150 y 200 centímetros cúbicos; y el bypass gástrico es una técnica mixta, ya que se deja un segmento de estómago más pequeñito y, a su vez, se hace un bypass para que además de comer menos se absorba menos cantidad porque el alimento no pasa por el estómago, sino por el intestino», explica la doctora, que, además de resaltar que «esta cirugía tiene mejores resultados a medio y largo plazo», aclara que «uno de los beneficios de la cirugía bariátrica es que mejoran mucho las enfermedades asociadas y por ejemplo en el caso del bypass gástrico hay un tanto por ciento de curación de la diabetes muy elevada».
Con 3 pacientes derivados al hospital de Vitoria para ser sometidos a la técnica del balón gástrico, la cirugía bariátrica en el hospital San Pedro se ha beneficiado también de la puesta en marcha del robot Da Vinci: «Hemos realizado ya seis intervenciones a pacientes muy complejos, personas con superobesidad, por encima de 50 de IMC, en los que la cirugía laparoscópica es muy complicada», remata la doctora.
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