El 8 de julio, La Rioja quedó sobrecogida. La muerte de Salwa a manos de su marido en la vivienda familiar de Logroño sacudió las conciencias y mostró el rostro más feroz de una violencia de género que no da tregua. La refugiada siria ... asesinada por su pareja fue la figura de referencia constante ayer en el Parlamento durante la celebración anticipada del Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Con la tradicional combinación de solemnidad como muestra de respecto y compromiso por atajar una lacra insoportable, la sociedad riojana se conjuró un año más personificada en las máximas autoridades y representantes políticos y sociales. En esta ocasión, además, con los jóvenes de la comunidad como actores especialmente concernidos.
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Precisamente dos ellos, María y Miguel, fueron los encargados de leer un manifiesto que no dejó lugar a dudas de cuál es el camino. «La lucha contra la violencia de género debe ser una tarea continua ante la desigualdad de género y la vulneración de derechos humanos», recalcaron para recordar que los canales a través de los que se despliega este tipo de violencia se han multiplicado y exceden el plano físico. «Esta nueva era se caracteriza por la aparición de las nuevas tecnologías y entre sus consecuencias está la aparición de la ciberviolencia entre jóvenes y adolescentes», recalcaron en un acto jalonado con la interpretación de diversas piezas musicales a cargo de estudiantes del Conservatorio de Música y la colocación en el centro del hemiciclo de una flor por cada invitado hasta conformar una gran columna como símbolo de unidad.
Como preámbulo, la presidenta del Parlamento verbalizó la solidaridad de La Rioja en su conjunto para con las víctimas y sus allegados sin dejar de recordar también los peligros de un escenario incierto. «Las cifras no han disminuido y el drama no se ha atajado», lamentó Marta Fernández para alertar de que «el mal ha encontrado nuevas vías para expandirse» y las nuevas tecnologías han traído consigo nuevos espacios para que los agresores atententen. Romper el silencio cómplice, sensibilizar y prevenir, mejorar la respuesta institucional o reforzar los canales de ayuda y protección fueron algunas de las recetas propuestas por Fenández, ensalzando también la labor y compromiso de las fuerzas y cuerpos de seguridad y los profesionales de las diferentes Adminsitraciones, sobre todo, en el ámbito de la Justicia.
En sintonía con ese mensaje, el presidente riojano cerró el acto conducido por el periodista de TVR, Carlos Santamaría, mostrando su repulsa a todos y cada uno de los actos de violencia de género que constituyen «la máxima expresión de desigualdad y discriminación entre hombres y mujeres». «Su erradicación es una cuestión de Estado que nos compete y compromete a todos», dijo un Gonzalo Capellán que puso el énfasis en las leyes articuladas al respecto y señaló la senda que queda por recorrer en la lucha mediante medios tecnológicos y la innegociable educación en valores.
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