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Rubén Garrido y Rafael Berenguel, alumnos del CIPFP Camino de Santiago (Escuela de Hostelería y Turismo de La Rioja) han sido seleccionados para participar en la undécima edición del premio 'Promesas de la alta cocina', organizado por Le Cordon Bleu Madrid, una firma líder en ... la formación culinaria de alto nivel, con más de 35 escuelas en una veintena de países, que forma cada año a 20.000 estudiantes.
Los dos alumnos del centro de Santo Domingo de la Calzada figuran entre los 50 seleccionados de 28 escuelas, repartidas por 21 provincias españolas. Su pase a esta segunda fase del prestigioso certamen se ha precedido de una solicitud en la que, entre otra documentación, tuvieron que adjuntar el expediente académico de su escuela, una carta de motivación de más de 500 palabras, una carta de recomendación del director o jefe de estudios, u otras de los empleadores, responsables de prácticas, etcétera, y responder a un cuestionario.
En esta nueva fase deberán realizar un vídeo receta de 5 minutos de duración, como máximo, siguiendo una serie de pautas marcadas por la organización, incluidos los productos a utilizar. El voto del público también servirá para filtrar a los 10 alumnos que pasarán a la final, en la que deberán presentar su plato al jurado. El ganador será galardonado con una beca valorada en más de 23.000 euros para estudiar en la escuela con sede en la Universidad Francisco de Vitoria, que será de 8.500 euros para el segundo clasificado. Además, Le Cordon Bleu Madrid premiará a la escuela del ganador con 1.500 euros.
Rubén estudia el Grado Medio de Cocina y Gastronomía y Rafael, el Grado Superior de Dirección y Cocina, ambos en el segundo curso.
Los dos afrontan el concurso con ilusión. «Posibilidades siempre hay», dice Rubén sobre sus expectativas en el mismo. El calagurritano tiene en mente «estar trabajando unos años en restaurantes y, dentro de un tiempo, cuando tenga la oportunidad, tener el mío propio, un restaurante de calidad». Ya piensa en conseguir alguna estrella Michelin.
«Aparte del hecho de concursar y de ganar o no, vamos a aprender un montón», añade Rafael sobre el certamen. En su caso, sus planes apuntan a seguir trabajando donde lo hace actualmente, en el Echaurren, y «en el futuro abrir un restaurante, aunque lo veo complicado. Preferiría ser yo el que hiciese la carta, más que llevar el restaurante». De momento, tienen en el concurso un reto y una oportunidad.
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