Los robos y hurtos repuntan en La Rioja el último año pese a la tendencia nacional a la baja

La pasada semana el Ministerio del Interior presentaba su último Balance de Criminalidad de 2022 con malas noticias para La Rioja: el pasado año la comunidad registró 11.797 delitos, rompiendo la barrera de los diez mil, que no se superaba desde hace precisamente una década. Una de las principales causas es el exponencial incremento de la cibercriminalidad, llegando a 2.183 estafas informáticas, lo que supone casi uno de cada cinco delitos cometidos el pasado año. Pero también suben los casos de criminalidad convencional en un 22,3% con respecto a 2019 hasta 9.332, número muy superior al de años previos. Pese a estas cifras, Beatriz Arraiz, delegada del Gobierno en La Rioja, señala que «aunque hayan aumentado las infracciones, nuestra comunidad es una zona segura», y destaca que la tasa de criminalidad riojana (37,6 delitos por mil habitantes) es inferior a la media nacional (48,8). Ante estas situaciones, subraya Arraiz que «el esfuerzo presupuestario realizado ha redundado en más agentes y más capacidades. La Rioja cuenta con 141 efectivos más que en 2017».

Aumentan prácticamente todas las tipologías de delito registradas el pasado año por la Guardia Civil y la Policía Nacional en La Rioja. Sólo el tráfico de drogas reduce su incidencia hasta 98 casos, un 6% menos que antes de la pandemia. En otras muchas cuestiones la comparativa no sale tan bien parada.

Son llamativos los datos relacionados con los delitos contra el patrimonio, que desde hace años experimentaban un claro descenso, pero la curva se ha invertido regresando a números que desde 2015 o 2016 no se veían en La Rioja: 2.744 hurtos (+13% que en 2019), 709 robos en domicilios (+28%), 121 robos con violencia (+33%) y 79 sustracciones de vehículos (+14%). Las cifras riojanas no sólo rompen con su propia tendencia, sino que contrastan con las nacionales, ya que estas infracciones contra el patrimonio, que representan casi la mitad de los casos de criminalidad convencional, bajaron un 9% en todo el país. Beatriz Arraiz recuerda que «este tipo de delitos suelen estar protagonizados por grupos itinerantes. En este sentido, los casos se van resolviendo y cada poco tiempo se producen detenciones».

Mucha atención merece el apartado de los delitos contra la libertad sexual, que confirma en el reciente balance el continuado aumento de este tipo de casos, con 101 registrados en 2022 –12 de ellos agresiones sexuales con penetración–, frente a los 83 de 2019 o los 57, casi la mitad, de los que se tuvo constancia en 2017. Tal y como apunta el informe del Ministerio, la delegada del Gobierno incide en que «este aumento debe poner en relación, en parte, con las activas políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social frente a este tipo de delitos, que se traduce en una mayor disposición de las víctimas denunciar».

Prácticamente la mitad de las infracciones penales se cometieron en Logroño, con 5.271 casos totales, si bien en la capital se experimentó un aumento algo inferior al resto de la región, ya que los delitos convencionales crecieron un 6,6% y el total, un 10,6%.