Los riojanos presumen de buena salud y de calidad vital

La comunidad puede presumir de algunos de los indicadores saludables más altos del país. Así, en primer lugar, La Rioja es uno de los territorios con menor riesgo de muerte, según se refleja en la tasa de mortalidad general ajustada por edad, que concede a la región 407,7 casos por cada 100.000 habitantes, solo por detrás de Madrid (374,7), y 34,6 menos que la media nacional, 442,3. Además, la tasa de mortalidad infantil y perinatal riojana, con 1,1 casos por cada mil nacidos, es la más baja del conjunto de la nación, que presenta una media de 2,7.

Evidentemente, a menos mortalidad más longevidad. La población riojana ha ganado en las dos últimas décadas 3,8 años más de esperanza de vida hasta situar la media actual en 84,3 -81,5 en el caso de los varones y 87,2 en el de las mujeres-, la segunda más alta de España tras los 85,2 de Madrid y 9 décimas por encima de la media nacional, 83,4. La misma tónica se mantiene en el caso de los mayores de 65 años, colectivo al que se concede una esperanza media de vida de 22,1 años, la tercera mejor, tras Madrid (23) y Castilla y León (22,3).

Pero más allá de la duración, la trascendencia reside en la calidad, un indicador en el que los riojanos vuelven a situarse a la cabeza del ranking gracias a los 70,3 años al nacer, 9,1 más que la media (61,2) y la segunda más alta tras Cantabria (71,6); una dinámica que mejora incluso entre el colectivo de mayores de 65 años, que desde esa edad disfrutan de una media de 14,1 años más de vida saludable, el más alto de España y cuatro puntos sobre la media del conjunto de comunidades.

El excelente diagnóstico se ve acreditado con los indicadores de autonomía, donde el colectivo de mayores de La Rioja presenta un envidiable estado: el 85% de los riojanos de 65 años o más, la cuarta tasa más alta del país y 4,6 puntos sobre la media, declara no tener limitaciones para las actividades básicas de su vida diaria (alimentarse, acostarse y levantarse, vestirse, ir al servicio...); y el 60,3%, tercer mejor porcentaje estatal y 12,8 puntos sobre el dato estatal, confiesa carecer de problemas en sus actividades instrumentales (preparar comida, tomar medicamentos, usar el teléfono, realizar compras, administrar su dinero...).

Con dicha radiografía no es extraño que el 73,7% de los riojanos tenga una percepción positiva de su estado de salud, un porcentaje que se sitúa ligeramente por debajo de la media nacional, pero que mejora con la edad hasta convertirse de nuevo en uno de los más altos del país en el grupo poblacional de mayores de 65 años, donde la región presenta un 56,7%, que solo supera Baleares (56,8%) y que rebasa en 11,3 puntos al conjunto de las comunidades (45,4%).

Con algunas lagunas alimenticias, la clave del buen pronóstico riojano tiene mucho que ver con la progresiva mejora de hábitos de vida saludables que han logrado, entre otras cosas, que la región presente una de las prevalencias de obesidad más bajas, tanto en adultos -15%, la cuarta mejor en España, con una media de 17,4%- como en niños y adolescentes -8,3% frente al 10,3% estatal-.

Sin olvidar algunas de las asignaturas pendientes en la mesa regional -decimoprimeros en consumo de fruta fresca (63,1% frente al 64,2 nacional) y décimos en el de verduras, hortalizas y ensaladas (37,7 frente al 40,4%), la actividad física, imprescindible para una buena salud, sí acredita unos excelentes parámetros en la comunidad, con solo un 24,6% de la población que se confiesa sedentaria en su tiempo de ocio, la tercera tasa más baja de España, cuyo porcentaje medio asciende al 36%.

El otro pilar imprescindible, el de la renuncia a los tradicionales hábitos nocivos, también ha calado entre la población riojana: solo el 20,1% admite fumar tabaco a diario, los decimocuartos que menos, frente al 22,1% del conjunto de los españoles; lo mismo ocurre con el consumo de cannabis, con el 6,4% en los últimos doce meses, decimoséptimos, frente al 11% estatal. El peor indicador en este epígrafe es el de la ingestión de bebidas alcohólicas, el 66,9% de los riojanos, octavos en un ránking que fija una media nacional del 65,5%.

El informe del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social también se ocupa en profundidad tanto de los recursos humanos y físicos como de las partidas económicas destinados a la atención sanitaria de los españoles. En el capítulo de personal La Rioja cuenta con 261 profesionales en el Sistema Nacional de Salud en Atención Primaria -217 de medicina de familia y 44 de pediatría-, lo que se traduce en una tasa de 0,8 por cada millar de pacientes, idéntica a la nacional y solo superada por Castilla y León (1,1) y Aragón y Extremadura (0,9); y de 545 de Atención especializada, con una tasa de 1,7 por cada mil habitantes, que es también la media estatal. Sí sobresale la dotación riojana en el epígrafe de centros de salud y consultorios (194), cuya tasa asciende a 62,1 por cada 100.000 habitantes, solo superada por el 161,6 castellanoleonés y el 64,5 de Castilla-La Mancha, frente a una media del conjunto de las comunidades del 28,2. Lo mismo sucede con el número de camas hospitalarias en funcionamiento (961) y una tasa de 3,1 por cada mil habitantes frente al 2,4 nacional. En plazas de hospital de día, 108, la tasa es de 34,6 por cada cien mil personas, ratio inferior a la nacional (39,2).

Finalmente, el gasto sanitario en La Rioja asciende a 1.398 euros por habitante frente a la media nacional de 1.332, con una partida que representa el 5,5% del PIB, como en el conjunto de España.

El estudio del Ministerio remata con el grado de satisfacción que el funcionamiento del sistema sanitario público obtiene entre los españoles y que logra una nota de 6,7 sobre 10, que en el ámbito regional sube hasta el notable raspado, 7.