Rioja vuelve a 'congelar' las nuevas plantaciones de viñedo para el año próximo

El acuerdo para 2023 supone no aumentar la superficie de nuevas plantaciones e impedir las otras vías de incremento de masa vegetal al restringir las autorizaciones de replantaciones procedentes de viñedos arrancados fuera de la zona de producción de la DOCa Rioja, así como la posibilidad de que autorizaciones de plantaciones de viñedo procedentes de otras regiones ajenas a la denominación puedan llegar a Rioja por la vía de la conversión de derechos de plantación. El acuerdo del pleno se trasladará ahora al Ministerio de Agricultura, el organismo finalmente competente, pero en principio no habrá problema alguno como así ha sucedido en campañas anteriores.

El pleno, informa el Consejo Regulador, se ha comprometido a profundizar en el reciente estudio relativo a las perspectivas de mercado y crecimiento de la masa vegetal y trabajar en una herramienta que determine de forma objetiva los criterios que ordenen su futuro comportamiento durante el primer semestre del año 2023. Es decir, lo que se va a intentar son fijar mecanismos objetivos para que la decisión de plantar o congelar la marquen dichos criterios y no las votaciones cada año de las organizaciones.

En todo caso, la principal novedad está en que el pleno del Consejo ha instado a las administraciones competentes (las consejerías de Agricultura de La Rioja, Álava y Navarra) a que se prioricen e incentiven en la valoración de los expedientes de reestructuración de viñedo las plantaciones de variedades blancas por arranques de tinto.

La reestructuración es un programa europeo que incentiva económicamente la sustitución de viñedos menos 'eficientes', y tradicionalmente se ha utilizado para arrancar viñedos viejos y de blanco para plantar tinto. Ahora, en un momento en que el mercado de blancos va hacia arriba lo que se está proponiendo en lo contrario: apostar por las variedades blancas.