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Cero euros. Esa es la inversión que el Gobierno central realizó en La Rioja durante los años 2015 y 2016 en materia de alta velocidad ferroviaria. Se trata de la única comunidad autónoma peninsular estancada en el yermo presupuestario, al mismo nivel que los archipiélagos ... balear y canario, con la diferencia de que en las regiones insulares no hay proyectada ni demandada ninguna línea de AVE.
Según los datos del Ministerio de Hacienda recopilados recientemente por ABC, Fomento invirtió 2.824 millones de euros en el último bienio para expandir la red del AVE en España. No es ni de lejos la cuantía de gasto que estaba previsto afrontar. Sin embargo, la necesidad de cumplir los compromisos de déficit ante Europa y de mantener a raya el equilibrio financiero obligó al Gobierno a recortar el 61,1% los 7.268 millones de euros comprometidos para los ejercicios 2015 y 2016 dejando el grado de ejecución en tan sólo el 38,9%, esto es, los 2.824 millones anteriormente mencionados.
Aun así, y a pesar de los aprietos económicos, el Ejecutivo siguió impulsando los ejes de alta velocidad que están actualmente en construcción, destacando sobre manera la inversión realizada en Castilla y León, que ascendió a 792,9 millones de euros, seguida de la asignada a Galicia por valor de 508,3 millones.
Como se puede observar en una de las infografías que ilustran esta información, Castilla y León es un nudo crucial para ampliar la alta velocidad ferroviaria en el país: por un lado, enlazará el Oeste español con la 'Y vasca' (actualmente en construcción) a través de Burgos y, por otro, servirá de punto de unión entre el centro de la península y Galicia. El corredor entre Zamora y Orense está en obras. Cuando los trabajos concluyan, Galicia tendrá tres de sus cuatro provincias conectadas por AVE. Sólo quedará pendiente el eje Orense-Vigo, que está ya en la planificación del Gobierno central.
La tercera comunidad en la que más se invirtió durante los dos últimos años en materia de AVE fue Andalucía, a la que el Ministerio de Fomento destinó 318,5 millones de euros, según los datos de Hacienda. En esa autonomía se está construyendo el corredor de Granada y aparecen proyectados cuatro más: Sevilla-Huelva; Córdoba-Linares-Jaén; Córdoba-Málaga a Marchena-Ronda; y, por último, Granada-Almería. Desde esta última ciudad andaluza, la red AVE se extenderá al Mediterráneo a través de Lorca, Murcia y Alicante (Comunidad Valenciana). El Este de España terminará de completarse con el corredor Almansa-Valencia-Castellón (actualmente en construcción) y el eje Catellón-Teruel-Zaragoza (en proyecto).
El mapa del AVE contempla asimismo la conexión del centro y el Oeste peninsular entre Madrid, Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz, corredor que ya cuenta con todos sus tramos en obras. Y el Noreste se cerrará con dos nuevas conexiones: Lérida-Manresa-Gerona y Manresa-Barcelona.
¿Y en lo que concierne a La Rioja? La tramitación administrativa de los ejes tanto al Este de Logroño (Castejón) como al Oeste (Miranda de Ebro) apenas si ha avanzado desde el 2011. Ese año, el Ministerio de Fomento adjudicó la redacción del estudio informativo de la línea hasta Miranda de Ebro (67 kilómetros), que en el mejor de los casos podría estar concluido en lo que queda de año para ser sometido a consulta de impacto ambiental. Un poco más avanzado, pero igualmente frenado, está el eje con Castejón (71 kilómetros). En este caso, los cuatro tramos en los que se dividió el corredor se encuentran en fase de proyecto de construcción... desde hace seis años. En concreto son: Castejón-Aldeanueva de Ebro (19 kilómetros); Aldeanueva de Ebro-Lodosa (19 kilómetros, incluido el paso por Calahorra); Lodosa-Agoncillo (19 kilómetros); y Agoncillo-Logroño (14 kilómetros, con un túnel en el entorno de Agoncillo).
Por el contrario, todas las provincias limítrofes tienen en marcha sus líneas de alta velocidad ferroviaria. Las obras del eje entre Burgos y Vitoria, que garantizarán la conexión de la 'Y' vasca con el resto de la red AVE, finalizarán en el horizonte del 2023, ajustándose así a los plazos estimados para el conjunto del proyecto de línea de alta velocidad que unirá las tres capitales vascas. La velocidad será de 350 kilómetros por hora, de modo que el recorrido entre Burgos y Vitoria será de unos treinta minutos, mientras que el trayecto de Madrid a la capital vasca supondrá poco más de dos horas.
Para cumplir el calendario de puesta en servicio en el 2023, el Ministerio de Fomento va a agilizar los trámites realizando un único estudio informativo y no dos sobre las tres posibles entradas de la alta velocidad en Vitoria y de las dos alternativas para construir la estación en el centro de la ciudad.
También el 2023 será un año clave para la línea del AVE en Navarra, la opción para conectar el Cantábrico y el Mediterráneo que priorizó el Ministerio de Fomento en el 2011 frente al valle del Ebro y La Rioja. De las cinco fases que comprende el corredor Pamplona-Castejón, la que abarca Villafranca y Castejón ya está construida, y la tramitación de las otras cuatro ( Villafranca-Olite, Olite-Tafalla, Tafalla-Campanas y Campanas-Esquiroz) está muy avanzada.
El único problema que impediría al Ministerio cumplir su compromiso temporal es que la declaración de impacto ambiental del corredor Castejón-Zaragoza (con el que la 'Y vasca' y el Mediterráneo quedarán unidos a través de Pamplona) está caducada y hay que volver a tramitarla. Por ello, el Ministerio ya ha previsto invertir 300 millones en la vía convencional con el fin de introducir una solución transitoria.
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