La Rioja ha detectado ya este año casos de vacas con tuberculosis en 15 explotaciones ganaderas

En lo que va de año 2023, poco más de mes y medio, ya han sido 15 las explotaciones ganaderas positivas con, al menos, un animal reaccionante, según ha confirmado a Diario LA RIOJA fuentes de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, que resaltaron que el año pasado «hubo 57 explotaciones con animales reaccionantes positivos, si bien con la repetición de pruebas y otras medidas, la campaña finalizó con solo 27 explotaciones positivas».

El último foco detectado, según confirmaron las mismas fuentes del departamento que dirige Eva Hita, se ha registrado en una explotación con animales positivos en Laguna de Cameros, en la que, según la Consejería, «se han implementado las medidas que se toman ante la aparición de positivos en una explotación: sacrificio e indemnización de animales positivos, medidas de bioseguridad (limpieza y desinfección)».

«A mí me empezó a afectar en 2019, ese mismo año quedó limpia la explotación y así se mantuvo en 2020, pero en 2021 tuve que matar 39, el año pasado 16 y este año ya llevo 8», explicaba ayer a este periódico Mari José González, propietaria de la explotación ganadera afectada, vocal de Vacuno de Carne en Asaja y presidenta de la Asociación de Ganaderos del Camero Viejo.

«Empecé yo, continué yo, pero es que ahora a cualquier explotación ganadera le sale algún caso. Desde luego en el Camero Viejo, mucho, pero en otros valles sabemos que también están afectados», destaca González, que detallaba que «yo hace dos años tenía 133 vacas y ahora mismo tengo 76 hembras y nueve machos, porque he tenido que sacrificar por tuberculosis a 76».

Tras defender la necesidad de retornar al modelo anterior de un saneamiento al año, la ganadera critica que «ahora mismo estamos saneando cada 60 días a través de las pruebas de tuberculina y, así, estamos sacrificando vacas cada dos meses».

«La solución no es matar las vacas y eso se lo digo a cualquiera. La Comunidad Autónoma debería hacerlo de otra forma a ver qué resultados salen porque estoy segura de que morirían menos animales; pongo el cuello y no lo pierdo», asevera González que ironiza con que la enfermedad va a desaparecer porque «cada vez va a haber menos ganaderos. Eso sí, luego nos encanta hablar de despoblación, pero si es que la estamos buscando».

Además del perjuicio económico al ganadero, la factura pública tampoco es barata. A lo largo de 2022, la Consejería habilitó ayudas directas a las explotaciones afectadas por tuberculosis bovina para 63 beneficiarios por una cuantía total de 154.875 euros. Además, destinó una partida de 291.966,95 euros a la ejecución de las campañas de control y erradicación y otra de 265.485,11 en indemnizaciones por sacrificio obligatorio.

En paralelo al programa desarrollado en las explotaciones ganaderas, el equipo que lidera Eva Hita también desarrolla un programa de control de esta enfermedad en la fauna silvestre, a través de la toma de muestras de animales abatidos en las cacerías, detectándose el Mycobacterium bovis en un número importante de jabalíes, coincidiendo además el espoligotipo del agente causal con el detectado en las vacas.