«La Rioja traslada ahora una sensación de seguridad financiera que no tienen Navarra o País Vasco»

– ¿Qué herencia ha recibido del Gobierno socialista al que tanto criticó usted en el escaño de Ciudadanos la pasada legislatura?

– La que me esperaba tras cuatro años en los que no ha habido ni liderazgo ni proyecto. La herencia ha sido una economía abandonada y unas empresas abandonadas que no estaban aprovechando las potencialidades del territorio.

– ¿Y cuál es el proyecto que tienen usted y su Ejecutivo? ¿En qué dirección van a caminar?

– Lo primero que estamos haciendo, y creo que logrando, es acercarnos a las instituciones, organizaciones y empresas y con esta cercanía en el trato trasladarles una confianza que es lo que necesitan los empresarios para invertir. Quieren seguridad, sobre todo jurídica, para poder avanzar. Porque si se sienten atacados o desatendidos, ellos mismos están incómodos para desarrollar su actividad. Eso provoca un doble efecto: la salida de empresas a otras comunidades y la resistencia o negativa a venir a La Rioja. Y también desde el punto de vista del trabajador tiene consecuencias.

– ¿En qué sentido?

– Porque el talento que se creaba aquí no se retenía y el de fuera era difícil atraerlo. La desconfianza por circunstancias económicas y políticas ha propiciado eso.

– Pero el anterior Gobierno depositó muchas esperanzas de captar industrias en el coste del suelo, a 35 euros el metro, y ahora ustedes revisarán ese acuerdo con el Ministerio. ¿Se puede perder el atractivo generado?

– Lo que se había generado era una mentira, algo ficticio. Hablaban de suelo industrial disponible en los polígonos de El Recuenco en Calahorra y La Senda en Alfaro y de rebaja en el precio, pero era una operación condicionada por el Ministerio a dos hitos.

– ¿A qué se refiere?

– En primer lugar, a que había que ejecutar la compra de un millón de metros cuadrados a 60 euros el metro, es decir 60 millones, antes de acabar 2024 con lo que estamos diciendo que se comprometían las arcas de la región de manera importante y se ponía en riesgo la estabilidad financiera. Los técnicos de la Administración ya lo estaban advirtiendo y alertando de que Sepes nos quería endosar un terreno que no era capaz de vender y nos daba a cambio un caramelo, una subvención de 20 millones para rebajar el precio. Pero ese dinero llegaba con la segunda condición, que antes de finalizar 2026 la implantación de empresas alcanzara al menos el 20% de la superficie de parcelas. Cualquier persona que se mueva en el entorno industrial sabe que es un reto irrealizable. Yo no me podía comprometer con ese acuerdo y no quiero decir con esto que renunciamos a la posibilidad de tener suelo ni a la subvención ni al proyecto que puede ser viable.

– Entonces, ¿qué van a hacer?

– Por seguridad y garantía, vamos a hablar con los ministerios para desbloquear la situación y modular las condiciones tanto de penalización como de ejecución del proyecto. El Gobierno central está interesado en desarrollar iniciativas empresariales en terrenos que no es capaz de promocionar. De acuerdo. Pero no podemos atarnos a hacerlo en dos o tres años. Debe primar el sentido común.

– ¿Y de qué manera se puede captar la llegada de nuevas empresas o compañías tractoras?

– Tiene que haber un mapa fiscal atractivo y una seguridad financiera, económica y política. Ahora La Rioja es una región que puede trasladar esa sensación de garantía y seguridad y otras comunidades con las que competimos como Navarra o País Vasco no pueden ofrecer eso. Tenemos un gobierno tranquilo y centrado, que huye de radicalismos, y eso es un atractivo muy importante para las empresas. Nuestra responsabilidad es diseñar políticas de dinamización y captación que hagan que La Rioja brille aún más.

– Los anuncios de rebajar el IRPF en las rentas más bajas o eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones pueden beneficiar a las personas. ¿Habrá también medidas fiscales ventajosas para las empresas?

– No tenemos un mecanismo de impacto como existe en Navarra o País Vasco. Ahí sí nos ganan. Es una competencia digamos que desleal porque pueden articular deducciones en el Impuesto de Sociedades que penalizan a La Rioja. Pero tenemos otras posibilidades como ayudas a la inversión que se pueden deducir.

– Desde el punto de vista del empleo, aunque no es de su competencia directa, la herencia recibida no fue mala, ¿no? El paro está en registros bastante bajos.

– Las estadísticas indican eso pero por la experiencia que estoy teniendo en contacto con empresarios y autónomos, falta mano de obra, faltan trabajadores. Puede que las cifras de paro no sean malas, pero es que hay mucha demanda de empleo. Ahora la misión que tenemos es retener el talento y la cualificación profesional. En La Rioja también se puede desarrollar un proyecto de vida en condiciones óptimas.

– Dijo en su comparecencia en el Parlamento que los autónomos necesitan comprensión y cercanía de la Administración. ¿En qué medida les van a ayudar?

– Hemos querido tener un gesto con el colectivo y poner el nombre de Trabajo Autónomo en la denominación de la consejería. Más allá de esto, la burocracia o la falta de asesoramiento técnico para, por ejemplo, acceder a planes de ayudas les generan dificultades a los autónomos. Desde la ADER vamos a desarrollar una ventanilla única de apoyo a los emprendedores para que se vean acompañados en su proyecto profesional.

– ¿Qué características tendrá el parque científico tecnológico que se levantará en La Fombera?

– De las características ya habrá tiempo para hablar, pero sí quiero hacer hincapié en que no va a ser sólo un edificio sino un entorno para generar conocimiento, desarrollar actividades y convertirlo en un vivero de proyectos emprendedores como era esto en su origen. Queremos crear un ecosistema de talento, con las universidades aquí al lado, y ser una referencia tecnológica.

– Nuevas tecnologías, digitalización... ¿Son la base del crecimiento industrial de La Rioja? Da la sensación que esas actividades no generan mucho empleo.

– Pero hay que darse cuenta también de que nosotros tenemos un gran tejido industrial y comercial, también el sector del turismo, y todo ello debe ir abrazado por ventajas y por elementos tecnológicos que les hagan estar en la punta de lanza. No podemos seguir atascados en el pasado. Sí que las empresas productivas son las que generan más empleo, pero las tecnológicas son necesarias.

– ¿Cómo piensan reorientar la Ciudad del Envase?

– Aquí ha habido dos problemas interrelacionados: el suelo industrial y la Fundación Ciudad del Envase y el Embalaje, una figura jurídica muy cuestionable. Pero es que hemos ido hablando con el sector y ninguna empresa sabía dónde se iba a ubicar ese centro del envase. Todo estaba condicionado a un engranaje de fondos europeos con una ingeniería financiera creada a través de cuatro ministerios con los que estoy en contacto para ver si podemos reorientar el proyecto. La idea puede ser buena pero no para hacer un megacentro referente a costa de financiar 20 millones para un edificio. Se pone en riesgo la estabilidad económica,

– ¿Qué papel va a jugar la ADER que no tuviera en el pasado?

– La ADER había perdido su esencia y se había desnaturalizado. Una agencia de desarrollo económico tiene dos elementos centrales: impulso y dinamización del tejido empresarial y gestión, control, ayuda y asesoramiento. Aquí la ADER se había centrado en la segunda parte pero sólo en dar subvenciones. Le faltaba lo demás. Y en el asunto de las ayudas no ha sido ágil y eso tiene que mejorar. Hay que dotar a la agencia de más recursos económicos y más presupuesto porque en los últimos cuatro años se le ha maltratado.

– Doce muertos en accidente laboral en lo que va de año es una barbaridad. ¿De qué manera efectiva se puede trabajar para reducir a la mínima expresión este tipo de tragedias?

– Hay accidentes que son inevitables y quien diga que son provocados es que no tiene humanidad. ¿Qué se puede hacer? Tener mayor concienciación de la importancia de la prevención aunque yo creo que todos los empresarios ya la tienen. Nosotros vamos a diseñar un programa de prevención de riesgos incorporando también la salud mental.

– ¿Y si las administraciones elevaran las sanciones a quien no cumpla, no sería más efectivo?

– Nunca he creído en que las medidas punitivas sean la solución. Está claro que las leyes se deben cumplir pero por imponer más multas o hacer más inspecciones dudo que bajen los accidentes.

– En la pasada legislatura parece que tenía más fuerza el consejero responsable de la política energética que la de Agricultura por el avance, desmedido según voces críticas, de los proyectos de parques eólicos y solares. ¿Qué política tendrán ustedes en el despliegue de las renovables?

– Los proyectos que se están tramitando y siguen en curso los vamos a llevar adelante. No pondremos ninguna pega. Ahora bien, vamos a desarrollar una Ley de Paisaje que proteja y dé cobertura a la sociedad riojana para que no haya agravios. Si una empresa viene aquí con un proyecto y cumple la normativa, adelante. Pero sabiendo que vamos a ser muy exigentes. Somos una región pequeña y también vivimos del paisaje, repercute en la economía.