Detalle de un almendro con las flores abiertas. J. R.

La Rioja se tiñe de blanco y rosa

La floración de los almendros se generaliza con bajas temperaturas nocturnas, con riesgo de heladas, y máximas diurnas que superan lo habitual en estas fechas

Miércoles, 23 de febrero 2022, 01:00

Los campos de cultivo de almendros en La Rioja muestran un llamativo aspecto con los colores blancos y rosáceos de una floración que se ha generalizado en algunas zonas después del aumento de temperaturas diurnas del mes de febrero.

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En nuestra región se pueden ver ... almendros silvestres con sus flores desde hace semanas. La fecha de floración de este árbol es muy variable y de ella depende en gran medida la cosecha. Si se produce prematuramente, podría provocar la pérdida total por una helada, comenta Oliver Alonso, productor de Rincón de Soto que también tiene parcelas en Aldeanueva de Ebro.

«Una de las principales variedades en florecer es la largueta y de las últimas, la mardia, enmarcada en las 'extra tardías», añade Oliver.

La yema de invierno pasa a hincharse, después el cáliz se hace visible, la corola, los estambres y por último la flor se abre. El siguiente estado fenológico conllevará la caída de pétalos. A continuación cuajará la almendra para dar un fruto joven y para finalizar, evolucionará hasta su madurez.

Javier Sertucha, técnico de la SAT La Galera de Aldeanueva de Ebro, comenta que, en vista de las campañas de otros años, la floración puede llevar algo de retraso, unos cinco o siete días como mucho.

El departamento de Agricultura del Gobierno regional indica que «la meteorología, con unas temperaturas mínimas que siguen con valores bajos cercanos a la helada, pero con máximas diurnas que superan la normalidad, interfiere en una floración que avanza de una manera muy escalonada».

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Además, pone de manifiesto el problema de la falta de lluvias al incidir de forma negativa en el ciclo de este cultivo y su viabilidad de cara al futuro de esta campaña. Todo esto provoca preocupación entre los agricultores y se une a otro inconveniente, el viento, que reduce el contenido hídrico de los secanos y dificulta el vuelo de los polinizadores, esenciales en el proceso de la floración.

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