La Rioja supera los 2.600 trabajadores mayores de 65 años, su cifra más elevada

Esta estadística contabiliza 2.628 personas por encima de los 65, de los que 1.096 son mujeres y 1.532, hombres. Desde que comenzó el ejercicio 2023 es una cifra que ha ido 'in crescendo' hasta alcanzar ahora el récord y multiplicar por cuatro el dato de hace una década, porque en mayo de 2013 había únicamente 708 cotizantes riojanos mayores de 65.

¿Qué ha podido suceder en este tiempo para incrementarse de esta manera la afiliación a la Seguridad Social en ese tramo de edad? De entrada, el número total es ahora también el más elevado que se recuerda, con un total de 137.566 según los últimos datos oficiales. Pero también hay otras razones de peso para estirar esos trabajos más allá de la edad que se sigue considerando como la de jubilación y, por tanto, el fin de la vida laboral.

El secretario general de UGT en La Rioja, Jesús Izquierdo, apunta dos motivos principales. «Hay trabajadores que prefieren alargar su vida profesional para que así la pensión que les va a quedar sea más elevada», confiesa. Además, otro argumento quizá con más peso es que «hay muchas personas que tienen empleos precarios y tienen que trabajar más allá de los 65. Porque esa no es la edad de jubilación como puede pensarse. Hay que olvidarlo». Si no se han cotizado los años suficientes, se puede elevar hasta los 67 «para tener el máximo tiempo cotizado».

También hay trabajadores que prefieren desarrollar su profesión a pesar de superar ese límite de los 65 «porque pueden sentirse útiles o activos. Estamos hablando de una edad que ni mucho menos es mayor para ejercer determinadas tareas, depende de la persona y de cómo se sienta física y mentalmente», señala Celia Arpón, médico de residencia y presidenta de la Sociedad Riojana de Geriatría y Gerontología.

La «ilusión» por seguir trabajando «también influye» –hay quien cae en la depresión cuando pasa a la vida pasiva– aunque Arpón reconoce que hay actividades en la que es recomendable dar el relevo «porque las capacidades, sobre todo físicas, se pueden resentir». Sin embargo, Izquierdo tampoco tiene «demasiado claro que haya muchas personas que prolonguen su vida laboral si no tienen necesidad. Sí puede haber profesionales liberales como abogados, economistas, médicos, profesores o vinculados a ámbitos de la cultura... Pero también es cierto que la gente llega a esos 65 años en mejores condiciones de salud y quiere disfrutar de la familia y las amistades, de hacer deporte, de viajar...».

Jorge Ruano, su homólogo al frente del sindicato CC OO, incorpora otro argumento que justifique este incremento de mayores de 65 que siguen cotizando y que afecta principalmente a autónomos con trabajadores a su cargo. «Hablamos, en definitiva, sobre todo de pymes y micropymes (pequeñas y medianas empresas), de un porcentaje muy elevado del tejido económico de La Rioja», señala. Estos autónomos se pueden jubilar a la edad 'habitual' de 65 y mantener la nómina «siempre y cuando prolonguen al menos un año su vida laboral y también su cotización» a la Seguridad Social.

Ruano también asegura que «cada vez será más complicado» jubilarse a los 65 años y aspirar a tener el 100% de esa pensión «porque cada vez se empieza a trabajar a una mayor edad. Ya lo estamos viendo, sobre todo en la población femenina. Se estira más la vida laboral por ese motivo o porque se comienza con medias jornadas y cuesta llegar a esa cotización necesaria para tener un subsidio digno».