La Rioja registró doce fallecimientos en julio atribuibles a las altas temperaturas

El Ministerio señala que durante el mes de julio en La Rioja doce personas fallecieron a causa de las altas temperaturas, una cifra notable y que se circunscribe especialmente a la segunda y tercera semana del mes. Durante esas fechas, por ejemplo, los termómetros de Logroño alcanzaron los 37,9 grados (día 11), 39,5º (día 14), 38,2º (día 17) o los 37,1º (día 23). Dos semanas en las que se calculan diez muertes en toda la comunidad, que se suman a otras dos en los últimos días del mes, cuando se registraron temperaturas más suaves.

Son los más débiles los que más sufren cuando los termómetros se disparan. De los doce fallecidos estimados, nueve son mujeres y siete superaban los 85 años. Además, a todas las víctimas atribuidas al calor en La Rioja se les atribuyen más de 65 años.

Mientras, en junio no se tuvieron que lamentar fallecimientos por esta causa en la comunidad, al igual que en mayo, a pesar de que fueron dos meses en los que los termómetros superaron los registros habituales en esas fechas.

Pese a que la cifra de doce decesos atribuibles al calor en julio resulta muy llamativa, la comparación con el pasado año sorprende. Cabe recordar que en 2022 se vivió un estío extremo, con olas de calor que se encadenaban y avisos casi continuos por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (cuatro veces se activó la alerta roja en la comunidad y otras 14 veces la naranja).

Con esas temperaturas asfixiantes, en julio del pasado año se disparó la mortalidad y hasta 31 de esas 69 muertes de más (para ese mes se estimaban 265 decesos pero se notificaron 334), se deben atribuir a las condiciones de extremo calor. A esos alarmantes números se sumaron otros diez fallecimientos en junio y nueve más en agosto, para llegar a una cifra de cincuenta en los tres meses.

Desde que el sistema MoMose implantó en 2015, las 31 víctimas de julio suponen un hito histórico, muy por encima del siguiente mes estival más letal, que fue julio de 2019, con 23 fallecimientos causados por las altas temperaturas. En julio de 2021 se registraron 13 muertes por esta causa.

Julio, siempre julio. Y es que en el séptimo mes del año es cuando en La Rioja se suelen registrar las temperaturas más elevadas. Desde 2015 hasta 2022, 82 riojanos perecieron a causa del calor, mientras que en agosto de ese mismo período (2015-2022) la cifra se reduce a 38.

Pero, volviendo a 2022, La Rioja no fue el único territorio castigado por el calor. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) en colaboración el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia señala que en Europa los decesos atribuibles al calor el pasado verano ascendieron a 61.672. Y España, con 11.324 óbitos fue el segundo país más catigado, solo por detrás de Italia (18.010 muertes).

Si el verano y sus temperaturas extremas suponen una prueba de supervivencia para muchas personas que sufren otras enfermedades, el invierno también es otro período muy complicado.

Las estadísticas del Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Diaria consignan que en febrero y marzo de este año se pueden atribuir a las bajas temperaturas 23 y siete muertes, respectivamente. Se trata de cifras significativamente inferiores a las de 2022, cuando el frío golpéo especialmente en enero (24 decesos) y febrero (15).