El 21 de enero de registró la mínima del año (-6,8º) y el 11 de agosto, la máxima (40,8º)

La Rioja registró en 2024 su segundo año más cálido pese a un corto verano

Diez meses superaron las temperaturas normales, mientras que solo enero y septiembre marcaron medias más frías

Sergio Martínez

Logroño

Jueves, 2 de enero 2025

La anormalidad climática ya empieza a ser frecuentemente normal en nuestra región, con unas temperaturas que mantienen una tendencia al alza que ha mudado ... nuestra percepción, costumbres y actividades ligadas al tiempo. Once años encadena La Rioja registrando temperaturas anuales superiores a la normalidad (media del periodo de referencia 1991-2020) y marcando sus registros más altos. De hecho, el 2024 que finalizó hace unos días se convirtió en el segundo año más cálido de la serie histórica, solamente por detrás de 2022, con diez meses por encima de las temperaturas habituales y solamente uno especialmente frío, un septiembre que finiquitó el verano antes de lo acostumbrado.

Publicidad

  

El progresivo calentamiento llevó al pasado año a unos dígitos que hasta hace unas décadas resultaban inverosímiles. Tomando los datos de la estación Logroño-Agoncillo, referencia tradicional de la Aemet para sus registros históricos, 2024 concluyó con una temperatura media de 15º, ocho décimas más que lo normal (14,2º de media entre 1991-2020). Es la segunda vez desde que existen registros (1960) en el que el termómetro anual alcanza la barrera de la quincena, en la anterior, en 2022, se disparó hasta 15,7º en el año más caluroso de la historia riojana. El que concluyó el martes es, por lo tanto, el segundo en el ránking de calor, una décima por encima de los años 2011, 2014 y 2011 (14,9º). Ampliando la mirada a toda la evolución histórica, puede observarse cómo la temperatura media anual ha aumentado casi dos grados en medio siglo. Los efectos del calentamiento global son sensibles.

Este balance de un año bastante más cálido de los habitual se completa en el detalle, en un calendario que de invierno a otoño se ha mantenido por encima de la línea térmica esperada. Diez de los meses batieron la normalidad;de forma destacada, febrero (2,5º más de la media histórica de referencia), julio (1,7º más), agosto (1,9º más) y noviembre (2º más). Solo enero y septiembre fueron más fríos. Hitos que describen la tendencia de un año que cambió repentinamente las heladas por temperaturas altísimas. El 25 de enero se alcanzaron los 23,3º, récord para ese mes, en unos días plenamente primaverales que tuvieron su continuación en febrero.

ASCENSO TÉRMICO

La temperatura media anual ha aumentado en la región casi dos grados en medio siglo

La primavera, como tal, también resultó calurosa aunque con los termómetros más contenidos que en ciclos anteriores e incluso quedó la sensación de que al verano le costaba llegar. Junio fue bastante suave y sin estridencias, solo dos décimas por encima de la media. Sin embargo, el conjunto del verano meteorológico se situó como el tercero más cálido de la historia, superado solo por los de 2003 y 2022. Esto se debió, principalmente, a unos tórridos meses de julio y agosto, que pese a contar con ciertos vaivenes mantuvieron varios días cerca de los cuarenta grados, barrera que se batió en dos jornadas de agosto.

Publicidad

El año comenzó con mucho frío y varias jornadas en las que el termómetro bajó impuso dígitos negativos. El momento más helador fue la mañana del 21 de enero, en la que se registraron -6,8º.
Ya se está convirtiendo en habitual lo que antes era norma: superar los 40 grados. Lo hicieron este año dos días de verano, estableciéndose la máxima el 11 de agosto con 40,8º.

Septiembre llegó con sorpresa. Después de unos cuantos años que alargaban las temperaturas veraniegas hasta entrado el otoño, el más reciente rompió con la tendencia con un repentino descenso del mercurio, que 'cerró' piscinas y forzó cambios de armario antes de tiempo. Fue septiembre el único mes en el que las máximas quedaron por debajo de lo normal, y la media fue siete grados menor que el mes previo, el mayor salto térmico del año. Y tras el refrescón, las temperaturas volvieron a suavizarse y a contener su descenso hacia el invierno. Al frío le costó llegar, destacando un noviembre extremadamente cálido (11,6º de media en Logroño-Agoncillo), que alcanzó el récord regional de la serie histórica. Fue el puente de diciembre el que transicionó definitivamente hacía madrugadas de heladas y las primeras nieves.

El resumen es que prácticamente durante todo el año, a La Rioja le acompañó un tiempo más caluroso de lo normal, algo que también se aprecia en la media de temperaturas máximas (21,1º frente a los 20º habituales) y de mínimas (8,8º, cinco décimas por encima de la normalidad).

Publicidad

Hace unos días, la Aemet realizó un breve balance del año a nivel nacional, situándolo como el tercero más cálido. En ese caso, superado igualmente por 2022 pero también por 2023, que en La Rioja resultó algo más fresco. Todas las comunidades superaron sus registros medios históricos y en cuanto a meses, la agencia califica a enero, agosto y noviembre como los más cálidos, por delante de febrero, abril y julio. Junio y septiembre, por el contrario, fueron meses fríos. A lo largo del año se batieron 31 registros históricos diarios de calor a nivel nacional, pero ninguno de frío. A nivel mundial, la situación se agrava, y es que según diversos organismos científicos, 2024 ha sido el año más cálido desde que hay registros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad