La Rioja lidera el consumo de aceite de oliva virgen extra y gasta poco en pasta y patatas

Ahora bien, es necesario hacer una precisión acerca de este dato porque se trata del consumo que los riojanos hicieron en 2022, año en el que el precio del aceite de oliva, al igual que el resto de productos, ya había iniciado su escalada, pero no había alcanzado los precios de este 2023, en el que la sequía y el encarecimiento de los costes de producción han provocado que un litro del oro líquido, sin precisar si es virgen o virgen extra, cueste ahora en torno a un 42% más que a principios de este año.

Del extenso y pormenorizado estudio, efectuado con los datos recogidos de 12.500 hogares de todo el país, sorprende que La Rioja no es la mayor consumidora de vino (9,9 litros por persona y año), aunque sólo le supera Cataluña (10,7 litros). También merece hacer aquí una precisión porque el panel del Ministerio sólo recoge lo que se compra en supermercados y mercados y en esta comunidad es habitual la compra directa en bodega.

En consumo de cerveza, la región se sitúa muy por debajo de la media nacional, con 11,7 litros por persona y año, frente a los 20,3 del conjunto del país. Lo mismo ocurre con los refrescos (24,7 litros frente a los 36,9 de media en España). Sin embargo, superamos el consumo nacional de bebidas espirituosas, es decir, el que engloba a bebidas alcohólicas como ron y ginebra entre otras. No llegamos al litro, nos quedamos en un 0,9 litros por riojano y año, mientras que la media por español es de 0,8.

En el apartado de carnes, La Rioja es la que más conejo compra (1,3 kilos) y también lidera el consumo carne fresca de ovino/caprino. Sin embargo, sigue siendo el pollo el que gana por goleada (10,7 kilos) en todos los hogares riojanos.

En el desayuno La Rioja se decanta por las galletas y, aunque no somos de los que más compramos, tampoco le hacemos ascos a la bollería industrial. Nos quedamos parcos en pasta, arroz y patatas, pero nos encanta el pan, de hecho, cada uno de nosotros comemos de media 34,53 kilos.

El informe del Ministerio también revela que consumimos 77,37 kilos de fruta fresca, algo menos que la media nacional, y 37,26 de verduras y hortalizas. No obstante, el informe no recoge el consumo que hace la gente de sus propias huertas y «aquí en La Rioja todos tenemos algún familiar o amigo que nos trae tomates, alubia verde o algún producto de la huerta», asegura Paula Fernández, nutricionista y directora de 'Nutrium'.

Con estos datos en la mano cabe preguntarse si se come de forma adecuada en La Rioja. En líneas generales «lo estamos haciendo bien», apunta Paula Fernández. Al igual que muchas comunidades de la zona norte del país, esta región se caracteriza por tener una dieta bastante saludable y «tenemos la suerte de tener mejor acceso a alimentos saludables».

La base de la alimentación tienen que ser las verduras, las hortalizas y las frutas. Lo óptimo es que supongan la mitad de lo que comemos en un día. «Que tengamos un poco desplazados el arroz, la pasta o las patatas tampoco tiene importancia siempre y cuando sea en favor de las verduras y de las frutas». Respecto de las carnes, el consumo de carne blanca es el adecuado. Y en cuanto al vino, es lógico que esta tierra sea de las que más compra, en detrimento de la cerveza, pero en bebidas alcohólicas «suspendemos» porque al final son hábitos tóxicos. «No pasa nada por tomarse una copa al día de vino, pero sí que es cierto que hay un consumo de alcohol excesivo», apostilla.

Al final, en La Rioja hay una «buena cultura gastronómica respecto de los alimentos frescos», pero se van perdiendo las tradiciones de puchero. Influye el ritmo de vida porque «no tenemos tiempo para hacer un puchero de caparrones y estar dos horas con la olla», señala. «Somos de consumir cosas más rápidas y si tiramos de verduras y ensaladas está muy bien».

El pescado y los huevos, que también se consumen más que en otras comunidades, junto con la carne blanca son la mejor fuente de proteína «pero no debe ser mayor el consumo de proteínas frente al de hortalizas y verduras». «El aceite de oliva virgen extra debe ser nuestra grasa de cabecera y el agua nuestras bebida de cabecera, no el vino».

En un día la dieta ideal, explica Paula Fernández, tiene que tener presente, tanto en la comida como en la cena, un plato de verdura o ensalada, ya sea como plato principal o como acompañamiento; una ración de proteína saludable, bien sea pescado fresco, huevos o legumbres; en la cena algo de cereal, como arroz cocido, y entre horas, la mejor opción es la fruta y los frutos secos.

¿Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo? No, responde Fernández. «El desayuno es una comida importante pero no más ni menos que el resto de comidas del día. No pasa nada porque un niño se vaya al colegio sin desayunar, lo que hay que hacer es repartir las comidas del día de la mejor manera posible ajustando las comidas a nuestro horario y a lo que nos va pidiendo el cuerpo».