La Rioja levanta el pie del acelerador

El cambio, en todo caso, no afectará con idéntica intensidad a todos los municipios riojanos. De hecho, para alguno de ellos no supondrá cambio alguno: en Murillo de Río Leza, Pradejón o Aldeanueva de Ebro, por ejemplo, sus ordenanzas municipales de circulación ya limitaron hace años la velocidad máxima en su entramado urbano a 30 kilómetros por hora con carácter general; en Haro, Calahorra, Logroño y Santo Domingo de la Calzada, entre otros, no se podían rebasar los 40 kilómetros por hora; y en muchos se aplicaba la normativa general (50 kilómetros por hora) de manera subsidiaria.

Esos 30 kilómetros por hora a los que desde hoy habrá que circular en la mayor parte de las vías urbanas de la región es, en todo caso, una norma general que incluye excepciones tanto por encima como por debajo de esa frontera.

Las modificaciones legales aprobadas en noviembre por el Consejo de Ministros –el objetivo, defiende la DGT, es minimizar los fallecimientos en atropellos, que se reducen al menos cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 kilómetros por hora en lugar de 50– y que desde hoy se activan vienen a vincular la velocidad máxima a la que se puede circular al tipo de vía. Así, el límite para la mayor parte del callejero, el compuesto por las calles que tienen un único carril o que, teniendo dos, uno es para cada sentido de la marcha, es de 30 kilómetros por hora como máximo. Ocho de cada diez calles en España quedan en este grupo.

Más restrictiva será la velocidad en aquellas calles de plataforma única, es decir, en las que la calzada y la acera están unificadas: vías peatonalizadas, casco antiguo de Logroño y buena parte del callejero de la mayor parte de los pequeños (y no tan pequeños) municipios de la región en los que acera y carretera están al mismo nivel. En ellas no se podrán superar los 20 kilómetros por hora.

En los viales más amplios, los que tienen dos o más carriles por sentido de circulación (alguna de las principales arterias de Logroño) la velocidad máxima será de 40 kilómetros por hora (la normativa general permite hasta 50, pero los consistorios la pueden rebajar). En todo caso, la mayor parte de esas grandes avenidas de doble carril por sentido de la capital reservarán uno de ellos a las bicicletas, por lo que en ellos sólo se podrá circular a 30 kilómetros por hora.

Eso hará que pequeños excesos de velocidad se conviertan en multas importantes: 100 euros si se rebasan los nuevos límites en hasta 20 kilómetros por hora. Superada esa barrera, y de 10 en 10 kilómetros, las sanciones se disparan (300, 400, 500 y 600 euros) y llevan asociadas la pérdida de puntos (2, 4 y 6). La única receta es la de levantar esos dos grados el pie del acelerador.

La finalidad de la normativa que hoy entra en vigor es reducir la siniestralidad en el ámbito urbano y regular las nuevas formas emergentes de movilidad ciudadana.

La norma fija el máximo autorizado en 30 kilómetros por hora en las vías urbanas con un solo carril por sentido (el 80% de las calles de España). Hay excepciones. Así, solo se podrá circular a 20 km/h, en las vías en las que están unificadas calzada y acera (plataforma única) y a 50 kilómetros por hora en las de dos o más carriles por sentido (en la mayor parte de los municipios de La Rioja ya está reducido a 40 kilómetros por hora).

La DGT recuerda que el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello se reduce al menos cinco veces si la velocidad del vehículo es de 30 km/h en lugar de 50. La medida propuesta puede asegurar la supervivencia en la inmensa mayoría de los casos y la reducción de lesiones. Además, hay informes que sostienen que disminuye el ruido, el nivel de dióxido de nitrógeno, los atascos y se mejora la convivencia entre los diferentes usuarios.

de las calles del país, según los cálculos que hace la Dirección General de Tráfico, quedarán limitadas, desde hoy, a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.

No, no las hay. Hasta ahora tampoco se podía circular a esa velocidad porque el máximo en la capital es de 40 kilómetros por hora desde hace décadas.

Sí. A través de las ordenanzas municipales de tráfico, algunos localidades ya había fijado la velocidad máxima en 30 kilómetros hora. Murillo, Pradejón o Aldeanueva, entre otros.

En las vías limitadas a 20, si se circula a más de 41 kilómetros por hora (entre 21 y 40 la multa de es 100 euros); en las de 30, desde los 51; y en las de 40, a partir de los 61.

No. La reforma introducida en el Reglamento General de Circulación solo afecta a los cascos urbanos. Los límites en el resto de vías se mantienen como hasta ahora.