«Menos exclusión pero mucho más grave» en La Rioja

La entidad toma como referencia 35 indicadores diferentes para evaluar la problemática a la que se enfrentan muchas familias riojanas en su dimensión social. El informe recoge un amplio estudio que le permite a Cáritas asegurar que «la exclusión social se encuentra enquistada en la estructura social de La Rioja, afectando a 36.000 personas», lo que supone un 11,3% del total de la población de la comunidad. La 'sociedad estancada' ha sido definida por el sociólogo como «un grupo de personas para las que el ascensor de la movilidad social no funciona y no son capaces de subir siquiera a la primera planta».

De entre ese gran grupo de riojanos que se encuentran potencialmente excluidos de la sociedad, la Fundación Foessa ha incorporado por primera vez en un informe el término 'desigualdad multidimensional'. Se trata de un grupo de 13.000 riojanos, el 4,1% de la sociedad, que, dentro de esas 36.000 personas, son especialmente vulnerables debido a que «se enfrentan a un gran abanico de problemáticas», ha expresa Guillermo Fernández.

En otras palabras, las personas o familias que presentan 'desigualdad multidimensional' por la problemática que acumulan son aquellas «sobre las que se ceba la desigualdad y la precariedad en sus diferentes formas: vivienda insegura o inadecuada, desempleo persistente, precariedad laboral, falta de niveles educativos o problemática en relación con el maltrato a las adicciones», ha resumido el sociólgoo de Cáritas y la Fundación Foesse.

En todas las Comunidades Autónomas existe un grupo 'súper pobre' de entre los 'pobres' pero, en La Rioja, los que pertenecen al grupo de 'desigualdad multidimensional' están «mucho más alejados y excluidos del grupo social», ha afirmado Ferndández Maillo. Esta idea se enlaza directamente con la conclusión final del informe que establece que, aunque la exclusión en La Rioja es baja, es mucho más grave.

Por otro lado, el informe alerta de que en La Rioja hay 47.000 que por sus circunstancias se encuentra en riesgo de convertirse en potenciales excluidos por la sociedad debido a que «su colchón de resistencia es débil y, en un contexto de desaceleración económica como el que se augura, serán los primeros en incorporarse al grupo de exclusión social», ha apuntado el experto en materia de sociología.

El perfil de las personas que integran el grupo de 36.000 excluidos sociales son principalmente hombres que se encuentran entre los 45 y 64 años de los cuales la mitad reside en Logroño y, un dato que Fernández Maillo ha querido destacar «sobre todo tras los resultados electorales del 10-N» es que tres de cada cuatro son españoles y no extranjeros.

Por otro lado, el «mayor riesgo de exclusión social» se concentra en los hogares donde el sustentador principal es menor de 30 años, mujer o inmigrante de fuera de la Unión Europea. Los extranjeros, aunque son cuantitativamente menores en número, sí que presentan «dificultades de por sí en términos de movilidad social», ha matizado el sociólogo.

El VIII Informe de la Fundación Foessa divide los factores de la exclusión social en tres bloques diferentes.

Según los datos del Informe, el 6,2% de la población vive en hogares sin personas ocupadas, ni pensionistas contributivos, ni con prestaciones contributivas, el 7,9% de personas que trabajan siguen siendo pobres y el 36,9% de los hogares se encuentra en exclusión. Así, Fernández Maillo ha resumido esta situación afirmando que «exclusión social y trabajo son cada vez más compatibles».

El acceso a la vivienda digna se ha convertido en un «derecho inaccesible para muchas personas», ha explicado el experto. Los datos son los siguientes: 16.000 personas residiencia en viviendas con insalubridad, 28.000 con deudas de hipotecas o suministros, 9.000 personas en viviendas con deficiencias graves, 3.000 hogares, 9.700 personas, en situación de inseguridad («hoy tengo vivienda pero no sé si el próximo mes la voy a tener») y 6.200 hogares, 21.000 personas, en situación de vivienda inadecuada («la casa donde vivo no reune las condiciones para hacerlo»).

Son el resto de problemáticas que dificultan el acceso a la integridad social y que, en los casos de los hogares que presentan 'desigualdad multidimensional' se traduce en «la exclusión social más severa», ha reiterado Fernández Maillo.

Así, tras haber informado sobre los resultados del VIII Informe de la Fundación Foesse, el sociólogo ha reiterado el compromiso de Cáritas para trabajar por «crear un nuevo espacio de responsabilidad conjuntas con las administraciones públicas y empresas sociales», además de entablar un diálogo para «conseguir que la ciudadanía colabore a la hora de facilitar el acceso a los que se están quedando descolgados», ha rematado.