La Rioja espera vacunar contra el COVID-19 a unos 15.000 riojanos en la primera fase

En los primeros días, el Gobierno confía en que la vacuna haya llegado a unos 5.000 residentes de centros de mayores, los primeros serán aquellos que no hayan tenido casos de COVID-19 ni en la primera ni en la segunda ola, y a unos 2.000 sanitarios.

Para vacunar a los mayores una unidad móvil se trasladará a sus lugares de residencia, mientras que los sanitarios recibirán su dosis en algunos de los dos puntos fijos previstos en la región, uno en el Hospital San Pedro y otro en el Hospital de Calahorra.

Conforme vaya aumentando la población diana, el Gobierno no descarta ampliar estos puntos fijos, incluso en Atención Primaria. No obstante, este aspecto dependerá de la disponibilidad de las vacunas. Durante el primer trimestre, según ha explicado Pello Latasa, director de Salud Pública, La Rioja recibirá unas 35.000 dosis, que se suministrarán con periodicidad semanal, es decir, unas 2.700 cada siete días. No obstante, «son estimaciones que están sujetas a cambio, a medida que se sumen nuevas compañías al flujo de suministro».

En cuanto a los sanitarios, los primeros en vacunarse serán aquellos que pueden entrar en contacto con posibles casos, como los que trabajan en críticos, quirófanos y obstetricia, entre otros. A cada persona se le suministrará además una tarjeta de vacunación en la que figure qué vacuna le han administrado y un contacto en el que notificar cualquier posible efecto adverso que se detecte.

En cuanto al lugar de almacenamiento de las primeras vacunas que llegarán a La Rioja, Latasa no ha querido desvelar, por motivos de «seguridad», su ubicación, aunque ha recalcado que «las características técnicas del lugar de almacenamiento están garantizadas».

Sobre la operativa de vacunación en las residencias de mayores, Alba ha señalado que están «preparadas y acostumbradas» a las campañas de vacunación de la gripe y «la operativa se parece bastante».

En relación a la evolución de la pandemia, la también consejera de Salud no ha ocultado la preocupación del Ejecutivo por la incidencia en localidades como Villamediana, Haro y Autol, y por la incidencia en los últimos catorce días en general y en mayores de 65 años en particular.

De ahí que aunque de momento La Rioja no va a introducir cambios en el plan de Navidad, no descarta adoptar medidas más restrictivas en función de la pandemia. De este modo, ha recordado que desde hoy y hasta el 26 de diciembre y desde el 30 de diciembre al 2 de enero se permiten los desplazamientos a otros territorios que sean lugares de residencia de familiares, se mantiene el límite de diez comensales, el cierre de bares a las 20 horas salvo para recogida de comida, el regreso a casa en Nochebuena y Nochevieja a la 1.30 horas, además del límite de la movilidad nocturna entre las 23 y las 5 horas.

Alba ha subrayado los elevados índices de ocupación hospitalaria en La Rioja, «que se encuentra a la cabeza en presión asistencial», de ahí que si los datos epidemiológicos fueran más desfavorables se tomarían medidas más restrictivas, como reducir el número de comensales a seis, restringir la movilidad nocturna y las concentraciones de personas, entre otras.

En la rueda de prensa se ha dado cuenta de otros dos asuntos: la obligada prórroga de las cuentas públicas de 2020, y un anuncio: que el próximo Consejo de Gobierno aprobará la ley por la que se integrará la Fundación Hospital de Calahorra en el SERIS.

En cuanto a la prórroga de los presupuestos, el consejero de Hacienda, Celso González, ha culpado a los grupos parlamentarios de mantener la actividad parlamentaria durante la tramitación de los mismos, «cosas que no había pasado nunca». Eso ha hecho, informaba, «que se retrase el calendario que estaba ya marcado«. Para él, »el Gobierno no tiene ninguna responsabilidad en este retraso«.