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Llevamos días con un cielo completamente azul. Muchos no recordarán seguramente la última vez que llovió, pero el delegado de la Aemet en La Rioja, José Antonio Pellitero, nos lo recuerda: hay que retroceder casi a las Navidades. Durante los primeros diez días de ... enero se registraron 10,9 litros por metro cuadrado. Muy poco, pero peor ha sido después. Desde el 11 de enero en adelante ha sido prácticamente imposible ver una gota. Según sus datos, llevamos 20 días sin apenas lluvia, lo que convierte el mes pasado en el enero más seco de los últimos 29 años. «Desde 1993, en el que la precipitación fue nula, no teníamos unos registros tan bajos en La Rioja», sintetiza el experto respecto a una situación que, ya anuncia, se va a repetir en febrero. El anticiclón no se va y, pese a llegar algunas nubes, las lluvias serán pocas. El precedente más cercano es el año 1998, con 11,8 litros por metro cuadrado y 1992, con 4,1.
Este déficit de precipitaciones ha sido especialmente significativo en localidades como Alfaro, donde las lluvias se quedaron en 7,8 litros en enero (en 2018 llegaron a 92,9), Haro, con 27,2 litros (en 2018, 79,4 litros) o Anguiano, donde los 23,4 litros anotados están muy alejados de los 245 que se llegaron a alcanzar en 2016. Este pasado mes también ha sido una montaña rusa en cuanto a las temperaturas registradas dentro de una misma jornada, con máximas y mínimas de récord. Es decir, mucho frío por la mañana y calor al mediodía. «Se han alcanzado registros muy por debajo de lo normal en estas fechas, pero también muy por encima», apunta Pellitero en relación a un clima que avanza cada vez más a unos niveles más extremos. Así, en Logroño (con datos de la estación de Agoncillo) la media de las máximas alcanzó los 11,3 grados y la mínima 0,6, lo que supone dos puntos por encima respecto al periodo 1982-2010, cuando los valores normales eran 9,9 grados de máxima y 2 de mínima, «es decir bastante por debajo», pone de relieve.
En la primera mitad de febrero «continuará el predominio de influencia anticiclónica» con un déficit de precipitaciones. Y las pocas lluvias que pueda haber tendrán lugar entre este viernes y el sábado, y llegarán sobre todo a La Rioja Alta. En la ibérica pueden ser en forma de nieve, según avanza Pellitero, que sin embargo vuelve a anunciar jornadas soleadas a partir del sábado por la tarde. «Fuera de estos días, no hay probabilidad de lluvias, nos tendremos que ir hasta el jueves, día 10, o más allá, y las posibilidades siguen siendo muy bajas».
Pese a esta anomalía climática y teniendo en cuenta el Año Hidrológico, que se extiende del 1 de septiembre al 31 de enero, el responsable de la Aemet afirma que La Rioja «no sale muy mal parada» en el conjunto de la península. Eso sí, se sitúa por debajo del entorno del Cantábrico. «En el Valle del Ebro en estos cinco meses hemos acumulado entre 150 y200 litros por metro cuadrado y en la Ibérica ha oscilado entre los 250 y los 300 litros, mientras que en regiones como Asturias, Cantabria y País Vasco se ha llegado a los 800 litros, mucho más que aquí». Sin embargo, la situación no es comparable a puntos de la zona del Mediterráneo como Valencia y Cádiz, donde no se ha llegado a los cien litros. La situación en Andalucía o el Mediterráneo –resume– es mucho más preocupante, incluso en la zona de Galicia, donde está siendo un invierno muy seco.
Los pantanos de La Rioja (Mansilla, Pajares y El Rasillo) se encuentran al 63% de su capacidad. Las lluvias de octubre y diciembre y el deshielo de las últimas semanas han permitido que las reservas hídricas se mantengan y se alejen de las cifras críticas que se llegaron a tener hace cinco años. Aun así, Pajares se encuentra por debajo de la mitad de su capacidad, con el 42,5% de llenado, esto supone 2,25 puntos por debajo de los niveles del año pasado. El volumen del González Lacasa se sitúa en el 63,4% de su aforo y el de Mansilla llega al 74,7%, siendo el que tiene mejor registro, aunque representa el 9,02% menos respecto a hace un año.
La situación de ambos sistemas, Iregua (Embalses González Lacasa y Pajares) y el Embalse de Mansilla (río Najerilla), está en la media de los últimos años, si bien en un porcentaje más bajo que en 2021 y 2020, pero superior a 2019, y por supuesto a 2018 y 2017, años en los cuales si se registró escasez.
Sobre el Embalse de Enciso, es un embalse todavía en pruebas de llenado. Lo que técnicamente se llama puesta en carga. Es decir, este embalse todavía no está en explotación«
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