Rioja aparca el conflicto alavés con la aprobación de los vinos de zona y de pueblo

Los vinos de zona sustituyen a los de las actuales subzonas -con cambio también de denominación de Rioja Baja por Rioja Oriental- y se desarrolla lo que, aunque estaba previsto en el reglamento desde 1998, no se había hecho hasta ahora como son los vinos de municipio. El acuerdo supone también enterrar, al menos por dos años, el 'hacha de guerra' de las bodegas alavesas de Abra, que se comprometieron por escrito a dejar en suspenso la tramitación de la denominación de origen 'Viñedos de Álava'. Ahora bien, el proyecto no se olvida definitivamente: «Se va a crear una comisión de subzona y en dos años veremos cómo han avanzado las cosas y si el asunto se cierra definitivamente», aclaró ayer Inés Baigorri, gerente de la asociación de pequeñas bodegas alavesas.

Clave para el pacto alcanzado ha sido la intermediación del Ministerio de Agricultura, cuyo director general de Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, confirmó tras el pleno del Consejo Regulador que se ha «dado un gran paso». «El Ministerio -explicó- ha tenido un papel muy activo en las negociaciones en las que se trataba de llegar a un punto de encuentro; ahora se inicia un nuevo camino y todos debemos seguir trabajando en la misma dirección».

Ramón Muro, presidente de las cooperativas alavesas de Dolare, presidirá la nueva comisión de zonas y municipios que se creará en el Consejo y que marcará el camino para el desarrollo de estas nuevas indicaciones de vinos, junto con la de promoción. En este sentido, el 'acuerdo de paz' con Abra implica la puesta en marcha de partidas para promocionar estos vinos: «Sí, es una cuestión fundamental para nosotros, en un día histórico porque hemos dado un paso muy importante, para el conjunto de Rioja, y que llevábamos reclamando desde hace tiempo».

Por su parte, Fernando Salamero, presidente del Consejo Regulador, no ocultó ayer su satisfacción por la recuperación de la tranquilidad en el sector. «Sobre todo, por la unanimidad», afirmó. En su primera entrevista a Diario LA RIOJA, Salamero ya señaló que «no tenía mucho sentido» la continuidad del desafío alavés si Rioja daba el paso hacia los vinos de zona y municipales y, de hecho, tras el primer intento fallido de junio, no ha tardado en sacarlo adelante a la segunda: «Somos el buque insignia de los vinos de calidad y culminamos así una estrategia cuyo objetivo es satisfacer las inquietudes de los operadores, líderes de opinión y consumidores finales que están demandando una mayor información sobre el origen de los vinos», apuntó. «Hay una gran diversidad de vinos en Rioja -añadió- y ahora es momento de sumar y sumar».