La Rioja acoge nueve religiones minoritarias y 63 lugares de culto

Son comunidades que, especialmente en el caso de la musulmana y la evangélica, crecen, al mismo tiempo que lo hacen sus lugares de culto. En 2015, en la región existían 54 templos de estas creencias, pero en 2022 su cifra asciende a 63, nueve más, de los que cuatro son mezquitas.

Por número, la musulmana es la fe más seguida en La Rioja dentro de las denominadas minoritarias. Los datos del Observatorio Andalusí señalan que en 2022 eran 22.831 habitantes de La Rioja los que profesaban culto a Alá, 7.000 más que en 2011. Como curiosidad, ya son más los musulmanes con nacionalidad española en La Rioja (9.353) que los de otro origen, como los 8.943 marroquíes o los 2.532 pakistaníes.

Otra de las religiones que viven un momento dulce es la protestante. Francisco Gabarri es el representante del Consejo Evangélico de La Rioja, que reúne a los diferentes credos asociados a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España. En este caso no existen cifras oficiales, pero Gabarri aventura que en la región viven más de 12.000 fieles, con unos 150 pastores. «Estamos en auge, gracias a Dios», señala Gabarri, que destaca que los cultos están «siempre llenos».

El éxito de este crecimiento, que también va unido a la inmigración, es según Gabarri que los evangélicos «se centran en las necesidades de la sociedad, trabajando mucho con los jóvenes, los niños, las familias... La familia es lo más importante y nosotros fortalecemos ese pilar», recalca.

Aunque permanece el estereotipo de iglesias evangélicas estancas en razón de etnias o procedencias, Gabarri señala que las «asambleas de Dios, que son iglesias mixtas donde caben todos, están cambiando los templos de etnias por otros más plurales». Además, Gabarri recalca que, al contrario que en la Iglesia católica, en el mundo evangélico «no faltan pastores, ya que tenemos las universidades llenas, pero se forman 'online' y, como en la asistencia a los templos, también los ministerios están en auge».

Pero hay fes que no cuentan con esta gran presencia en La Rioja y que viven discretamente sus creencias. Una de ellas es la budista, que según la estadística oficial cuenta con dos lugares de culto en Logroño. Uno de ellos es el centro Ganden Chöeling , que este fin de semana ha recibido la visita del venerable lama Gueshe Lobsang Yeshi, que vive en el monasterio budista de Orense. «No somos una comunidad, sino practicantes-estudiantes de la escuela del Dalai Lama», explica Juncal Pîzarro, una de sus miembros. «Nos reunimos una vez a la semana a estudiar, porque el budismo es una escuela de filosofía», incide.

Apenas son una docena de riojanos que sigue la formación de los últimos lamas educados en el Tíbet antes de la invasión china y que vive «integrada en la sociedad, con nuestro día a día» y con una fe íntima. «La mayoría de nosotros ni siquiera decimos que somos budistas, solo a los que nos conocen, porque el budismo no hace proselitismo», dice Pizarro.