La Rioja todavía está a 1.383 parados y 525 afiliados de recuperar los niveles preCOVID

Ahora bien, todavía queda trecho. A día de hoy, La Rioja está a 1.383 parados y 525 cotizantes de retornar a los niveles que registraba en ambos parámetros antes de la pandemia, los de febrero del 2020, último mes ordinario antes del estallido de la crisis sanitaria, social y económica.

Y, asimismo, no hay que olvidar que el indicador de afiliación a la Seguridad Social está dopado por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE): con fecha del pasado día 13, cuando el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicó el avance de agosto, todavía 1.442 trabajadores riojanos continuaban en ese limbo en el que no cuentan como parados porque, aunque no trabajan, sus contratos laborales están suspendidos, no extinguidos. Con todo, se trata del dato más bajo desde abril del año pasado (23.023), momento en el que ya se estaba utilizando esta herramienta para proteger a las empresas y los puestos de trabajo ante la embestida de la recesión.

Respecto al último día de julio supone un descenso de 474 personas, el 24,7% en términos porcentuales. Las comunidades autónomas que registraron una mayor reducción de personas en ERTE durante las dos primeras semanas de agosto fueron Baleares, con 5.394 trabajadores menos; Canarias, con 8.920 y la Comunidad Valenciana, con una reducción de 3.923 personas. En el conjunto del país, el número de afectados por ERTE se situaba a 13 de agosto en un nuevo mínimo de 286.000 trabajadores. El Ministerio espera cerrar el mes con una subida aproximada de 80.000 afiliados.

Volviendo a los datos de La Rioja y, atendiendo al pico de la tercera ola de la pandemia, el pasado mes de enero (8.242 afectados en La Rioja), el número de riojanos en ERTE ha bajado en 6.800 personas.

No obstante, y a pesar de estos importantes avances, a la comunidad aún se le resiste vencer el suelo del 1% de afectados por ERTE sobre el total de cotizantes, hito que sí han conquistado a estas alturas del verano la comunidad vecina de Navarra y la Región de Murcia.

El avance de agosto que ofrece el Ministerio que dirige José Luis Escrivá no desagrega la evolución de los expedientes por sexos. El último dato posible para testar la situación en la región es el correspondiente a julio, que fue la primera ocasión, tras diecisiete meses sin interrupción, en el que hubo menos mujeres inmersas en ERTE que hombres. Así, a lo largo de la serie que arranca en marzo de 2020, las trabajadoras se han visto más afectadas por las regulaciones de empleo, tanto en número como en duración, porque también su presencia laboral es más destacada en los sectores vapuleados sobremanera por los cierres y las restricciones de movilidad.

Destaca de forma especial la hostelería. Esta rama de actividad aún está lejos de recuperar la cifra de afiliados previa a la pandemia. En la actualidad aporta a la Seguridad Social 6.526 cotizantes, cuando en febrero sumaban 6.924 y en julio de 2019, 7.601 trabajadores.

Pero no es la única actividad económica que aún no la logrado reponer sus cifras de empleo. Una de ellas es la cultura, que la estadística de la Seguridad Social engloba dentro del colectivo de 'actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento' (1.431 afiliados a la Seguridad Social al cierre de julio), que todavía está casi un 13% por debajo de los niveles anteriores a la crisis sanitaria.

Por el contrario, de la pandemia salen fortalecidos en términos de empleo, y superando los niveles de afiliación preCOVID, varios sectores de la economía regional. Son los casos de la sanidad y la educación, que reforzaron sus plantillas durante la pandemia, en el primer caso para atender la avalancha de los contagios que amenazaban con colapsar por complemento el sistema público de salud, y en el segundo, para garantizar el cumplimiento de las condiciones de seguridad impuestas en los centros educativos para conseguir la estabulación de las aulas con grupos burbuja, impidiendo así la propagación de la infección.

Sanidad cuenta con cerca de un millar de trabajadores más que al inicio de la pandemia y educación, este verano, comparado con el de 2019, supera el millar y medio.

También construcción se ha mostrado firme motor de la recuperación. Salvo el parón forzoso de la Semana Santa de 2020, que anuló toda actividad económica excepto la esencial, el sector del 'ladrillo' ha sorteado toda la crisis y, de hecho, cuenta hoy con 347 trabajadores más que en febrero de 2020. Y son pocos. Recientemente, la patronal de Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), integrada en la FER, reconocía en declaraciones a este diario que se necesitan hasta 800 trabajadores más para poder ejecutar los planes de recuperación financiados por el programa europeo 'Next Generation', por lo que hacía un llamamiento a los desempleados de las actividades castigadas por la crisis a reciclarse para poder entrar en un sector «con futuro».