El PP revoluciona su candidatura al Senado

Si la noticia puede tildarse de revolucionaria, no es tanto en atención a la trayectoria de los tres elegidos (muy vinculados a la historia reciente del PP), sino porque todos son novedad en la candidatura respecto a la última convocatoria de elecciones generales. Ninguno tiene experiencia en Madrid, salvada sea González, quien ocupó el cargo de senadora, bien que en representación del Parlamento autonómico, entre los años 2011 y 2015. Persona de confianza de Ceniceros, su inclusión en la candidatura a la Cámara Alta permite todo tipo de lecturas respecto a su potencial incorporación a otra lista pendiente: la que concurrirá a las elecciones regionales.

También Ortega integra el grupo de incondicionales del presidente del partido. De hecho, sólo ella y el exalcalde Javier Pagola apostaron por Ceniceros en el congreso de Riojaforum, donde derrotó a Gamarra, apoyada significativamente por la plana mayor del PP calahorrano, con su alcalde, Luis Martínez Portillo, al frente. Desde entonces, Ortega ha pasado al ostracismo en tareas municipales, mientras por el contrario conservaba su buena relación con el aparato, que premia su fidelidad con un puesto en la lista al Senado.

Si la mano de Ceniceros se observa en los dos nombres arriba citados, el caso de Merino es singular. Mano derecha de Gamarra en el Ayuntamiento, se beneficia no sólo de esa vinculación de privilegio a la alcaldesa, muy reforzada a los ojos de Génova desde que Pablo Casado la incorporó a su equipo tras imponerse en las primarias nacionales. De hecho, Gamarra se ha permitido el lujo de postularse en diciembre como alcaldable y ahora, como número uno al Congreso, de donde se deduce la influencia que ejerce en la dirección del PP, donde también el propio Merino cuenta con sus propios apoyos, en la persona del líder máximo: fue uno de los primeros dirigentes del PP riojano en decantarse a favor de Casado en su pulso con Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal. Así se materializó una corriente de afecto mutuo, vinculada a sus inicios en la política, más o menos coincidentes en el tiempo, entre Casado y el edil logroñés que justifica su inclusión en la candidatura. «Merino puede ser en Génova lo que él quiera ser, porque tiene toda la confianza de Casado», explicaba ayer una fuente del partido a Diario LA RIOJA.

Como en el caso de González, la inclusión de Merino admite también una interpretación en clave local: que su presencia en el Ayuntamiento de Logroño toca a su fin. Un porvenir similar al que aguarda a Ortega, que carece de química con el equipo que dirige el Ayuntamiento de Calahorra. Ese será el destino, por el contrario, de Mariate Antoñanzas, la única senadora saliente que puede presumir de conocer cuál será su futuro político. Todo apunta a que se integrará en la lista que prepara Martínez Portillo. Por el contrario, tanto Francisca Mendiola como José Luis Pérez Pastor tienen más complicado seguir en la vida política. Mendiola ha visto incluso cómo era derrotado en la cocina del partido su candidato a alcalde de Nájera, Álvaro Azofra. Una señal de cómo han cambiado los tiempos en el PP riojano. Una señal situada en la misma línea argumental de la lista al Senado. Toda una revolución.