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C.N.
logroño.
Sábado, 1 de mayo 2021, 02:00
El aplazamiento durante cuatro semanas de la decisión sobre qué preparado inocular y si es necesario administrarlo a los que ya recibieron la primera dosis de AstraZeneca responde a un «principio de precaución», explica Eva Martínez Ochoa, jefa del servicio de Epidemiología y Prevención ... Sanitaria del Gobierno de La Rioja.
Dentro de cuatro semanas, recuerda, estarán los resultados del estudio CombiVacs del Instituto Carlos III sobre los riesgos de pinchar un segundo preparado y «pueden aportar más claridad sobre qué hacer en esta situación». En cualquier caso, esta espera «no va a suponer un riesgo aumentado para la población vacunada». La primera dosis, subraya, «ya tiene una efectividad del 80%».
El problema, a su juicio, no es tanto el riesgo que el retraso pueda tener, sino que «la población está con mas incertidumbre sobre qué va a pasar con mi pauta de vacunación». Y es que «las personas quieren vacunarse y quieren conocer qué va a pasar, pero la realidad es que el acuerdo se ha alcanzado como una medida de precaución», insiste.
En toda decisión que se tome se va a tratar de contar con el máximo de seguridad, «contando con que las vacunas tienen una efectividad importante». Además, al tratarse de vacunas, «es fundamental considerar la seguridad que tienen igual que se hace con el resto de inyectables», matiza.
Las primeras dosis de AstraZeneca empezaron a administrarse el 12 de febrero, justo cuando llegaron las primeras a La Rioja. Estos primeros vacunados son los que recibirían la segunda inyección a partir del 7 de mayo.
¿Está fundado el temor a AstraZeneca? En principio, explica Martínez Ochoa, las cifras son muy reveladoras: «Los casos de eventos graves que se han producido son muy pocos en relación con el número de vacunas que se han puesto». Pero lo cierto es que «como ha trascendido tanto y estamos todo el día escuchándolo, la gente tiene más miedo que con cualquier otro medicamento que pueda tener más riesgo». En este punto, la jefa del servicio de Epidemiología recuerda que lo importante es que «a lo que hay que tener miedo es al virus, no a la vacuna».
La verdad es que todas las cuestiones que se plantean ahora en torno al fármaco de Oxford «no se han planteado nunca sobre la vacuna de la gripe, por ejemplo». Lo que ocurre con la de AstraZeneca es que «tenemos mucha información continuamente y cada día sabemos cuántos casos hay, cuántos fallecidos, cuántas vacunas, cuántos eventos de los vacunados y tanta información hace que nosotros le demos más vueltas y pensemos más en todo ello».
El nivel general de seguridad de todas «es muy alto» porque son medicamentos que se ponen a población sana y por tanto pasan muchos controles, señala para recordar a renglón seguido que hay que seguir manteniendo las medidas preventivas.
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