«Mi reto son los desfavorecidos, levantarlos y hacerles caminar»

– Como trabajadora social tenía un trabajo fijo en la cárcel de Algeciras, que cambió por el Hogar que creó en el Campo de Gibraltar. ¿Qué le pasó?

– Sí, me sentía enlatada en un sistema preconcebido. Desde el Hogar Betania atendemos todas las áreas del ser humano desde los 0 a los 65 años. Llegan emigrantes, menores, mujeres con todas sus patas de exclusión... Nuestro reto es levantarlos, erguirlos, potenciarlos y hacerles caminar por la alfombra roja por la que desfilan los demás. Ahora dependemos de las subvenciones, pero la satisfacción que recibimos de vuelta lo compensa todo.

– Empezó muy joven, ¿cree que hay muchos chicos y chicas dispuestos a cambiar la nómina segura por un reto como el suyo?

– Mi experiencia me dice que tener un buen trabajo público no significa que vayas a tener más éxito como persona. Mi consejo a los jóvenes es que sean totalmente libres en sus decisiones y, por supuesto, que anden el camino que deseen, aunque conscientes de que van a encontrar obstáculos. Facilitadores en la vida no hay.

– Ha hablado a los escolares de empoderamiento, de la necesidad de unirse en estos tiempos más que nunca para ayudar a los más vulnerables y de las claves para ser un emprendedor social como usted. Además de aptitud, ¿qué es necesario?

– Es una suma de aptitud, querer, poder, y alejarse de los perjuicios. También hay que pararse a reflexionar, valorar y medir la realidad. Antes de los 20 la introspección es muy importante, porque cada uno debe moverse. En mi caso, al terminar 2º de Bachillerato, una edad clave, me vi inmersa en una revolución interior. Me preguntaba si estaba conjugando bien mi futuro y, de repente, cambió totalmente mi perspectiva.

– ¿Qué proyectos sociales quedarían por ponerse en marcha?

– Sería muy importante implementar ahora acciones sociales con los nuevos perfiles que demanda la sociedad actual, porque los actuales, en algunos casos, han quedado desfasados por la crisis social y sanitaria. Creo que es el momento de parar y hacer una escucha activa y conocer las nuevas opiniones.

– Dirigiéndose al joven auditorio que ha acudido a su charla les ha animado a ser libres, pero también a andar con pies de plomo. Se ha referido a las drogas y su efecto en la salud mental, aun en versiones más permisivas.

– Sí, claro, en nuestro Hogar tenemos chicos de 16, 17... 23 años con este problema. Por estar en el siglo XXI parece que debemos estar muy informados, que esta es una sociedad moderna, todo el mundo parece que controla todo lo que hace, pero luego nos seguimos encontramos con jóvenes con graves problemas mentales, y muchos proceden de familias normalizadas.

– Habla de la trata de persona como de la gran lacra y lo ha ilustrado con el caso de una mujer nigeriana acogida en su centro, que, tras pasar por un infierno, hoy lleva una vida normalizada gracias a su proyecto.

– La trata parece que es algo que les pasa a otros, cosa de otros países o continentes, pero los traficantes, los proxenetas y los puteros están aquí. La mujer cuyo testimonio que se ha contado en el vídeo en primera persona fue liberada por la Policía Nacional junto a nuestro Hogar. Pero no todas tienen la misma suerte. El conflicto de Ucrania desgraciadamente está activando las redes de trata y poniendo en peligro a las mujeres que pasan la frontera.