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Las tiendas de reparación de electrodomésticos o de venta de piezas y repuestos no dan abasto estos días. De hecho, es difícil que puedan sacar siquiera unos minutos para atender a la prensa. Javier Blanco, de la empresa de reparación y mantenimiento electrónico Reymar de Logroño, lo hace mientras prueba un televisor. «Se está reparando mucho porque los precios han bajado y la gente se anima. Además, son aparatos que dejan mucho residuo y muchos prefieren repararlos antes que tirarlos», explica Blanco.
Aunque impera el motivo económico, pues resulta más barata la reparación que una nueva adquisición, también influye la conciencia medioambiental. «Hay gente a la que le fastidia dejar residuos, pero son los que menos, la mayoría es por cuestión económica», aclara Blanco. Lo que más se repara son televisores y equipos de música. «La crisis también se nota porque en época de bonanza económica la gente tiende a comprar nuevos aparatos. Y, como ahora estamos con el bolsillo más prieto, se tiende más a reparar», expone Blanco. Entre lo que repara se encuentra de todo. «Hay averías que no merece la pena arreglar porque cuesta más que el aparato y otras que son más fáciles. Normalmente en 24 horas lo hacemos, aunque muchas veces depende del tiempo de recepción de la pieza», aclara Blanco.
Javier Rioja, presidente de la Asociación de Comerciantes de Electrodomésticos de La Rioja y director general de Grupo Oja, que incluye la tienda de electrodomésticos Ojaconecta en Navarrete, señala que una nueva ley obliga a los fabricantes a tener piezas de reparación durante diez años. «Eso favorece que aumente el número de reparaciones, aunque no es fácil cumplir con la ley, ya que hay fabricantes que hoy están pero que dentro de tres años quizá no estarán», advierte Javier Rioja.
Los electrodomésticos actualmente están baratos y el Gobierno de La Rioja y la FER acaban de lanzar el Plan Renove, que subvenciona el 25% del precio. Sin embargo, las piezas cada vez son más caras. «Hay que abaratar la reparación, aunque es complicado a nivel normativo controlar el precio de las piezas», explica Rioja.
En Ojaconecta han incorporado a un técnico para ofrecer un servicio de reparaciones, aunque a veces no sean ni necesarias. «En los primeros años, el 50% de las llamadas de clientes que piensan que el aparato no funciona es porque no saben usarlo», apunta Rioja. En Ojaconecta sobre todo reparan lavadoras y lavavajillas. «Las partes móviles son las que más se estropean, en los frigoríficos suele fallar el compresor y en la electrónica se producen fallos por la obsolescencia programada», señala Javier Rioja.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
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