Cartelería que indica la situación exacta de dos pensiones logroñesas. IRENE JADRAQUE / SADÉ VISUAL
Turismo

La renovación de los pequeños alojamientos

Las responsables de cuatro establecimientos riojanos coinciden en que los servicios y comodidades que ofrecen las pensiones y hostales «son mucho más parecidos» a los de un hotel

Domingo, 18 de febrero 2024, 14:33

Las pensiones riojanas han experimentado un cambio radical: su estructura, imagen y servicios nada tienen que ver con las casas de huéspedes en las que se podían alquilar habitaciones a precios asequibles. Ya no son lúgubres, ni huelen a humedad y sus comodidades, tampoco son ... las mismas. «Han mejorado mucho porque, antes, era prácticamente imposible no tener que salir de tu habitación para ir al baño, porque las pensiones antiguas tenían baños compartidos», explica Maite Cenzano, que desde el pasado mes de septiembre regenta el alojamiento Príncipe de Vergara Rooms Logroño.

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Su seña de identidad, desde sus cimientos, consiste en ofertar una estancia que sumerja al cliente en un descanso absoluto. «Hicimos una reforma integral en un edificio muy bonito para que no les falte de nada y estén súper a gusto», recuerda la propietaria mientras apunta que «gracias al aislamiento acústico y térmico, aunque esté en el centro, se duerme bien y se está muy confortable. Nos hemos esforzado todo lo posible para que estén cómodos», resalta.

Su alojamiento, además, se diferencia de las demás pensiones de la capital porque sus habitaciones no solo disponen de un baño privado en su interior, sino también de un minibar «para que si una persona viene con su insulina no le falte un espacio donde poder guardarla y ponemos agua de cortesía». No solo eso. También ofrecen «una caja fuerte, para que puedan dejar sus cosas sin problema de que venga la señora de la limpieza, café Nespresso, cartelería de no molestar, servicio de limpieza diaria...», resalta.

«Hay hoteles y pensiones que no ofrecen un minibar donde poder guardar la insulina, tomar un café o agua en un momento dado»

Maite Cenzano

Propietaria de Príncipe Vergara Rooms Logroño

«Ahora tienes wifi, baño y televisión en la habitación, prestaciones que hace sesenta años me imagino que no existirían»

María García

Encargada de la Pensión Sebastián

«Antes se daba un servicio más básico, pero ahora es más parecido a un hotel. Hay televisión, wifi, baño y aire en cada habitación»

Marian Santamaría

Gerente Hostal Rioja Condestable

«Tenemos un proyecto para montar una pequeña cocina y dar servicio de cenas. Procuramos que se sientan como en casa»

Encarna Martínez de Pinillos

Propietaria del Hostal Lóbrega

No tienen, sin embargo, ninguna recepción física, pero sí «una atención constante». «Las entradas y salidas se hacen de manera automática, por lo que ante cualquier inconveniente, estamos al teléfono». De ahí que pensiones como la suya se hayan convertido en auténticos alojamientos de lujo. «Hay hoteles de mucha más categoría que no ofrecen el servicio que damos nosotros y pensiones que no disponen de un minibar donde guardar la insulina o la posibilidad de poder tomar un café o de tener agua en un momento dado. Todo esto antes no lo tenías en ningún tipo de pensión».

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En esta reflexión de ofrecer unos mejores servicios coincide María García, encargada desde hace unos veinte años de la Pensión Sebastián de la capital riojana –fundada en 1965–. «Ahora tienes wifi, baño y televisión en la habitación, prestaciones que hace sesenta años me imagino que no existirían». Pero lo que no ha cambiado en su dilatada trayectoria es la cercanía con el cliente. «El trato sigue siendo familiar;intentamos cuidarlos de la mejor manera posible para que siga viniendo mucha gente y continuar otros sesenta años», resalta esta encargada.

Tampoco ha variado mucho el perfil del turista que hospeda en sus habitaciones. «Sigue viniendo gente con la mochila a cuestas y, en el caso de los trabajadores y estudiantes, se les hace un precio especial cuanto más tiempo vengan, porque no pueden pagar lo mismo que lo que cuesta una noche», afirma. El problema, no obstante, es que todavía hay quienes piensan que las pensiones son el hermano pobre del resto de alojamientos turísticos. «Muchas veces cuando me llaman me preguntan si está bien el establecimiento, porque es una pensión. Hay veces que tienen esa incertidumbre y piensan que está menos valorado que un hostal o que un hotel, que tendrán más cosas que nosotros, cuando hay algunas pensiones que están incluso mejor que un hotel», expone García. De ahí que «yo esté aquí para darles información, para atenderles como buenamente puedo en todas sus dudas, con todo el cariño del mundo», concluye.

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«Mismas comodidades»

Marian Santamaría regenta el negocio de sus padres, el Hostal Rioja Condestable, un alojamiento de 12 habitaciones enclavado en pleno centro de la capital riojana. «Es un hostal muy familiar, con un trato muy cercano», afirma mientras resalta que «cada día que pasa intentamos dar más lo que buscan los clientes». Su alojamiento, por tanto, ha cambiado «a mejor». «Hemos puesto aire acondicionado y manillas electrónicas para que los turistas tengan mayor libertad y puedan entrar y salir a la hora que quieran. Nos vamos amoldando a la demanda de los clientes».

En este sentido, explica que una de las modificaciones que han llevado a cabo en el hostal tras la irrupción del SARS-CoV-2 fue «incorporar domótica». «Pusimos cámaras y manillas electrónicas y, desde entonces, lo podemos controlar todo desde el móvil», resalta, mientras apunta que pueden comprobar «la apertura de puertas, la gente que entra y, en el momento en que necesiten algo, lo podemos solucionar, porque como nos movemos en moto, en diez minutos, como tarde, estamos ahí».

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En su dilatada trayectoria, también han experimentado cómo ha cambiado el perfil del cliente. «Al estar en las Cien Tiendas, teníamos muchos viajeros que venían a vender cosas entre semana a las tiendas del Paseo y, ahora, este tipo de cliente ha bajado bastante; aunque hay mucho turismo tanto de jubilados como de gente joven», expone. Su hostal, como el resto de alojamientos de esta categoría, se han renovado hasta el punto de ofrecer las mismas comodidades que puede disponer un hotel. «Antes era un servicio más básico, pero ahora ya es mucho más parecido a un hotel, porque cada habitación cuenta con su televisión, wifi, baño privado y aire acondicionado. Lo único que no tenemos es servicio de comidas».

Por ello, Encarna Martínez de Pinillos, que se ha dedicado «toda la vida» a la hostelería, se encuentra inmersa en un proyecto para habilitar «una pequeña cocina para poder dar servicio de cenas a todos aquellos que vengan entre semana al Hostal Lóbrega». Un alojamiento de seis habitaciones situado en Torrecilla en Cameros, que abrió en mayo del pasado año, «en el que procuramos que se sientan como en casa y les ofrecemos un trato totalmente familiar. Vivo encima del hostal y, ante cualquier problema, tienen servicio 24 horas. Fue una ilusión tremenda darle una nueva vida al hostal».

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