«Fui muy relajada al examen porque no me hacía falta nota para la universidad»

La de María Blanco Barbi es una nota de vértigo. De esas que sólo obtienen un pequeño grupo de escogidos en toda España y que prácticamente le abre las puertas para entrar en cualquier universidad del país. Eso en la teoría porque en la práctica no necesitaba tener ninguna nota en concreto para acceder al campus que hace meses eligió.

A pesar de ello, se esforzó y estudió mucho para llegar con todo bien atado a los exámenes de la EBAU y al acabar, como le habían salido francamente bien, ya sabía que iba a sacar buena nota «pero no tan elevada», dice. Una calificación de 9,87, la nota media de la fase obligatoria de la EBAU más Bachillerato, a la que habría que sumar el resultado de las optativas.

Cree que el hecho de que ya sabía que no necesitaba nota para ir a su universidad facilitó bastante las cosas, le permitió ir más relajada a una de las pruebas que más nervios genera cada año a los estudiantes. De todos los exámenes se le atragantó el inglés, sacó un 9, la nota más baja de todas las que ha obtenido, «y eso que siempre ha sido mi punto fuerte, no sé qué ha pasado». Confiesa que la prueba no fue complicada, «de hecho salí muy contenta del examen, pero no sé, estoy un poco sorprendida»

Del IES Inventor Cosme García, donde ha estudiado los últimos años, el mismo centro en el que ha cursado el alumno riojano que ha logrado la mejor nota en la EBAU, dará al salto a Madrid, en concreto, al Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas (ICADE), una universidad privada en la que estudiará el doble grado de Relaciones Internacionales y Administración y Dirección de Empresas (ADE).

En un futuro, una vez que acabe sus estudios, le encantaría ser embajadora, aunque es consciente de que hasta llegar ahí «el proceso es largo». ¿Dónde? Le gustaría mucho que fuera en Francia, no sólo por el idioma, por el que siente predilección, sino también porque está cerca y «yo soy muy casera».