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A ritmo de percusión y a golpe de abanico transcurrió durante la tarde-noche de ayer la manifestación del Orgullo por el centro de Logroño, en la que se dieron cita un millar largo de participantes convocados por una treintena de asociaciones y colectivos, con Gylda LGTBI+ a la cabeza.
La marcha partió de la Plaza del Mercado tras una gran pancarta con la leyenda 'Por nuestras familias. Por nuestros derechos. Con Orgullo', lema este año del Día del Orgullo en La Rioja y reivindicación de la diversidad familiar y de unos derechos que el colectivo LGTBIQ+ se resiste a perder. Sobre este riesgo advertía la presidenta de Gylda, Ruth García Pinar, poco antes de enfilar la marcha: «cada día crecen más los discursos de odio, que son la antesala de los delitos de odio».
Además de la reivindicación, el tono festivo fue ayer la tónica dominante de la marcha del Orgullo, marcada por el calor y el color, la pluma y el cuero, la música y el buen ambiente reinante a lo largo de todo el recorrido.
Los colores arcoíris impregnaban banderas, abanicos, tote bag, maquillajes... Otra bandera más discreta, la azul, negra y blanca del orgullo leather, ondeó también en manos de este colectivo gay de la subcultura del cuero. Tras ellos, la pancarta 'Orgullo de SER' de Amnistía Internacional y la de Chrysallis (asociación de familias de menores trans).
Gente menuda, jóvenes y mayores se sumaron al recorrido, amenizado de principio a fin por la percusión del grupo K-Boom y por las Varietés Riojanas, que pusieron el punto teatral.
A la altura de la plaza de la Diversidad, dos tractores-carroza se sumaron a la comitiva, añadiendo música y baile a la manifestación, que continuó unos metros por la calle Murrieta para luego enfilar por Gran Vía hasta El Espolón.
Allí se leyó el manifiesto del Orgullo, con el que el colectivo LGTBIQ+ mostró su clara voluntad de «convivir con dignidad, sin miedo, con diversidad, con libertad, con justicia y con todos los valores democráticos».
En el discurso también alertaron sobre la pérdida de sus derechos en países desarrollados, mencionando los casos de Rusia, Polonia, Hungría, EEUU e Italia.
Y en cuanto a su reivindicación de una diversidad familiar, la concretaron en «procesos de adopción y acogimiento ágiles y homogéneos; el reconocimiento de la multiparentalidad y de las identidades no binarias; el reflejo de la diversidad familiar en todos los ciclos educativos, y políticas para erradicar las agresiones o bullying a la infancia de las familias LGTBI+».
Y tras las palabras, la música y la fiesta con Bárbara Reina de la Pantaloneta como anfitriona y con la música del DJ Oro Jondo. La noche continuó con más fiesta, más música (de las DJ Labayo y Marina Antih en el Maldeamores) y con mucho orgullo.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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