El registro de testamentos vitales se ha duplicado en los últimos cinco años

Hace dos décadas, España incluyó en su normativa una posibilidad que ha permitido ya a casi medio millón de personas dejar por escrito sus preferencias cuando no se encuentren en capacidad de decidir, una cuestión que tradicionalmente recaía de forma exclusiva en los familiares, si bien todavía estas situaciones siguen siendo mayoritarias.

Ahora, los interesados pueden acudir al servicio de ordenación y seguridad, en la primera planta del Carpa, para informarse y, dado el caso, cumplimentar en persona el formulario de instrucciones previas, opción que escoge el 90% de los demandantes, frente a las otras posibilidades, ante notario o tres testigos. En el documento se recogen las pautas a seguir por el personal médico sobre prolongamiento artificial de la vida o la sedación cuando el paciente se encuentre en situación terminal, de inconsciencia permanente o sea incapaz de tomar decisiones o expresar su deseo.

Ese escrito queda registrado en el historial clínico personal, si bien, en caso de poder expresarse, prevalece la voluntad mostrada en ese momento presente. Desde 2021, la eutanasia es igualmente una opción que dejar por escrito, cumpliendo con los requisitos de la ley.

El registro también se refiere al deseo de convertirse en donante de órganos, algo que recogen el 70% de las personas que realizan sus testamentos vitales, mientras que el 12% lo rechaza. Más extraño –no llega al 1%– es el caso de quienes expresan su voluntad de donar su cuerpo a la ciencia, para lo cual desde Salud recomiendan hablar previamente con las universidades.

Desde 2006, La Rioja es la responsable del registro de instrucciones previas, que en la última década ha experimentado un crecimiento constante, más acusado en 2023, año en el que se recogieron 1.031 voluntades, más del doble que anteriores. La tendencia ha sido siempre al alza, salvo el bajón de la pandemia, en el que solo hubo 238 instrucciones previas. En el acumulado, actualmente La Rioja cuenta con 5.651 inscripciones.

Ana López, médica del servicio de ordenación y seguridad, justifica este incremento mayoritariamente en la Ley de eutanasia, «que ha aumentado el interés por las instrucciones previas incluso en gente más joven», si bien también alude al «boca a boca» y a un mayor conocimiento en general de esta posibilidad entre los ciudadanos. Precisamente, La Rioja es la tercera comunidad (tras el País Vasco y Navarra) con mejor tasa de registro, y es que el 1,7% de sus ciudadanos han cumplimentado sus testamentos vitales, frente al 0,8% de la media nacional.

Sobre el perfil de interesados, Ana López habla de un descenso progresivo en la media de edad, que actualmente se encuentra sobre los 60 años, impulsado precisamente por la creación de la Ley de eutanasia y por el acompañamiento. «Influye mucho la experiencia personal de cada uno a la hora de cumplimentar las instrucciones previas, especialmente si te ha tocado cuidar de tus padres o has visto en ellos alguna situación que no te gustaría vivir», recalca la médica. Precisamente, a ese rol de cuidadoras que han asumido de forma tradicional las mujeres achaca que esta opción tenga más predicamento entre ellas. De las solicitudes, un 38% son de hombres mientras que el 62% son de mujeres.