Los refugios climáticos, una alternativa para refrescarse sin desarrollo en La Rioja

La necesidad de mantenerse en lugares frescos y bien climatizados choca en ocasiones, especialmente entre la población más vulnerable y con menos recursos materiales, con la existencia de espacios que ofrezcan esas condiciones en las jornadas de calor extremo que se multiplican año tras año. Una de las soluciones que están ganando impulso en muchas ciudades europeas es la creación de refugios climáticos, espacios interiores y al aire libre con condiciones más frescas en los que permanecer para protegerse del tórrido sol.

Barcelona fue la primera ciudad española en desarrollar una red de este tipo, abriendo «espacios de confort térmico» accesibles y gratuitos y que cuentan con zonas de descanso, fuentes de agua y una temperatura máxima de 26º, por ejemplo, colegios, bibliotecas, centros cívicos y otros edificios municipales. Además, al aire libre, los parques públicos que forman parte de esta red deben contar con una amplia proporción de zonas verdes y arboladas. La diferencia entre una calzada de asfalto al sol y una zona ajardinada a la sombra vegetal puede ser de hasta veinte grados.

Otras ciudades como Bilbao y Vitoria se han sumado a la iniciativa de Barcelona, todavía poco extendida. En Logroño, el pasado verano el grupo municipal del PSOE presentó una moción sobre la puesta en marcha de un plan de refugios climáticos en la ciudad, detallando un centenar de espacios que podían dedicarse a este fin:centros jóvenes, sociales y cívicos, colegios, asociaciones vecinales, polideportivos, parques... La iniciativa fue rechazada con los votos en contra del PPy Vox. Por otra parte, Henar Moreno, diputada de IU, defendió recientemente la misma idea en el Parlamento de La Rioja: «Es obligación de los poderes públicos garantizar una vida digna y equidad también en este ámbito. Es necesario habilitar refugios climáticos, algo que tiene mucho que ver con un modelo social de compartir tiempos y lugares».

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