«Hay que dar más recursos a la empresa para generar empleo, algo que el sector público no sabe gestionar»

– ¿Qué supone para una organización como la FER cumplir 45 años de trayectoria en un entorno cada vez más complicado como el económico?

– No es un hito cualquiera. Hay que recordar que la FER se gestó en 1975, en un momento muy convulso para España, por lo que tiene en el ADN esa capacidad para avanzar en momentos de incertidumbre, como el actual. Estar ahí durante más de cuatro décadas merece todo mi reconocimiento y el de la organización.

– ¿Qué consideración tienen en la CEOE de la patronal riojana?

– De profundo respeto por lo que ha logrado y el nivel de representatividad que tiene, porque integra a más de 3.000 firmas, adscritas a través de las casi 70 asociaciones sectoriales. Es la organización de referencia para el empresario riojano y su interlocutor natural a nivel institucional en todo lo relacionado con el desarrollo económico, el progreso social y la colaboración público-privada en el territorio. Qué más se puede decir.

– ¿Cómo ven desde Madrid a La Rioja? ¿Se dan aquí las condiciones necesarias para invertir o qué hace falta?

– Creo que La Rioja es un lugar muy atractivo para desarrollar negocios, porque cuenta con un tejido empresarial sólido y muy diversificado, aunque gran parte de la economía de la región dependa del sector servicios. Pero siempre digo que las condiciones para que un lugar se desarrolle económicamente pasan por generar un clima favorable a las empresas y al emprendimiento y una estabilidad normativa que favorezca la llegada de inversiones. Y si a eso le sumas una tributación competitiva, mejor.

– El Gobierno riojano apuesta por la progresividad en lugar de la deflactación y no bajará impuestos. ¿Qué le parece? ¿Es partidario de subir o bajar?

– Soy partidario de reducir las cargas tributarias a las empresas y las familias. Se trata de dejar más recursos en sus manos para que puedan moverlos y generar actividad y empleo. Es lo que sabemos hacer. Y eso es algo que el sector público no sabe gestionar.

– La FER es una de las organizaciones que apoyan su candidatura a revalidar la presidencia pero hemos conocido esta semana que habrá otra alternativa que impulsan empresarios catalanes con Virginia Guinda al frente. ¿Qué le parece? ¿Quiere decir que ponen en entredicho su gestión?

– Cualquier candidatura a la presidencia de la CEOE que se presente tiene todo el respeto. Pero me siento muy orgulloso del trabajo que se ha hecho en estos cuatro años. Hay que poner en valor los avances conseguidos en este tiempo, en el que hemos tenido que enfrentarnos a situaciones nunca previstas como una pandemia y la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania. Y son logros que han valorado las organizaciones territoriales, que, a excepción de la catalana Foment del Treball, me han dado su apoyo explícito.

– «¡A ver si se entera el señor Garamendi, o salario o conflicto¡» se gritó ayer en la manifestación de Madrid convocada por UGT y CC OO. ¿Estaba justificada esta jornada de movilización?

– Por supuesto que es respetable toda manifestación legal por parte de los sindicatos. Pero creo que, con las previsiones macroeconómicas sobre la mesa, que sin querer caer en el alarmismo hablan de una posible recesión técnica o de unos márgenes empresariales que van muy rezagados en términos de recuperación respecto a los años prepandemia en comparación con las rentas salariales o los ingresos por impuestos o también hablar de los conocidos riesgos de alimentar la espiral inflacionista si no contenemos los salarios, manifestarse de esta manera contra las empresas resulta poco realista. Además, los convenios colectivos, que son los que realmente se aplican en los sectores y las empresas, se siguen firmando dentro de las dificultades lógicas de la actual coyuntura económica.

– ¿Prevén un otoño o incluso un invierno calientes si no hay subidas salariales de las empresas a los trabajadores?

– Creo que nos esperan un otoño y un invierno complicados si no somos capaces de entender la situación, mirándola de frente, sin posiciones predeterminadas. A todos se nos pueden hacer muy largos estos meses que vienen si no se mantiene la moderación salarial –siempre han defendido en la CEOE que se pueden subir los sueldos pero no alineados al crecimiento del IPC–. No me preocupan tanto las manifestaciones, me preocupa contener los costes en un escenario de alta inflación y me preocupa que le vaya bien a las empresas y a mi país, porque es la base de la creación de empleo estable y de calidad.

– El paro en España bajó ayer en más de 27.000 personas en el mejor octubre que se recuerda. ¿Se ve luz al final del túnel o todavía hay nubarrones negros en el horizonte?

– En efecto, los últimos datos de paro y afiliación son positivos, pero no debemos olvidar que el incremento de la afiliación se debe a un aumento de las contrataciones en el sector público. Aún hay sectores como la hostelería o las actividades sanitarias que registran caídas. En el caso particular del paro, la buena noticia es que, en un mes en el que tradicionalmente aumenta el desempleo, en esta ocasión ha descendido –en La Rioja, en cambio, ha crecido–. Con todas las cautelas, entendemos que los cambios introducidos en la reforma laboral, en especial lo que tiene que ver con el contrato fijo discontinuo, están permitiendo mantener muchos empleos. La pregunta no es si han pasado esos nubarrones, sino si seremos capaces de mantener este buen comportamiento del empleo. Y eso pasa, como decía, por contener costes, no cargar más con impuestos y mantener un clima favorable para las empresas y un marco de estabilidad regulatoria para atraer a los inversores.