Del recio brazo de la ciencia hacia una buena salud

Ciencia e investigación como cimientos de una mejor sanidad al servicio de los riojanos. Ese es el camino que ha emprendido ya el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) hacia un final de etapa que le convertirá en Instituto de Investigación Sanitaria.

En dicho trayecto, el complejo anexo al hospital San Pedro recibió ayer el respaldo del Instituto de Salud Carlos III, el organismo encargado de aprobar dicha acreditación, con la visita a las instalaciones riojanas de su director, Cristóbal Belda, y su subdirectora, Pilar Gayoso.

«Aquí existe un tejido científico de enorme potencia y con unas capacidades de desarrollo muy importantes y por eso estamos hoy aquí para acompañar a La Rioja y a sus investigadores orientados a la salud, que han tomado la decisión de hacer un modelo de investigación orientado a resolver los problemas de las personas con nombres y apellidos», destacó Belda, a quien acompañaron en su recorrido la consejera de Salud, María Somalo; los gerentes de Fundación Rioja salud y el SERIS, Sergio Martínez Astola y Alberto Lafuente, respectivamente; y el director científico del CIBIR, José Ramón Blanco.

«Es un reto complicado, no es fácil, pero estamos firmemente decididos porque seguimos convencidos de que todo avance en investigación repercute en la mejora del sistema sanitario riojano y en la calidad de la asistencia y el servicio que se presta a todos los riojanos», avanzó la titular de Salud en referencia al ya iniciado proceso de conversión del CIBIR. Un mensaje en el que coincidió Blanco, al advertir de que «va a ser un trabajo largo y muy exigente, pero que creemos que va a redundar en una excelencia en la investigación y que esto pueda trasladarse a toda la ciudadanía».

En este sentido, Belda, tras recordar que «la ciencia, como hemos visto amargamente en los dos últimos años, es necesaria para ayudarnos a salir de los grandes retos que tenemos», no eludió las cuestiones sobre la pandemia, sobre la que destacó las redes que han logrado tejerse frente a ella, entre las que citó la inmunológica –«el porcentaje de vacunación es altísimo»– y la farmacológica, «tanto para bloquear la actividad viral como aquellos medicamentos dirigidos a esas personas que, pese a haber recibido la vacuna, probablemente por sus condiciones o los tratamientos que han recibido no han desarrollado sus propios anticuerpos».

El oncólogo, con el optimismo que acompaña a su especialidad, aseveró que «más allá del planteamiento emocional del optimismo, creo que esas redes inmunológica y farmacológica nos pueden sostener y eso, junto a un sistema sanitario que ha sabido aguantar ante un envite de estas características, nos permite, siendo realistas, ver cómo poco a poco estamos saliendo de una pesadilla que probablemente ni en nuestros peores sueños hubiéramos pensado que ocurriera».

A los avances farmacológicos se refirió también la consejera María Somalo, en concreto a los recién recibidos 80 primeros tratamientos Paxlovid contra el COVID, a la espera de otro centenar y medio que completará la partida inicial para La Rioja. Su prescripción se iniciará a partir de la próxima semana, pero va a haber un control exhaustivo», advirtió la responsable de Salud, quien destacó que el fármaco está indicado para unos supuestos muy concretos, que tiene unas contraindicaciones importantes y que es un medicamento costoso, en torno a los 600 euros por tratamiento.

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