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Dudar si el cartón de leche se tira en el contenedor de papel, si el cepillo de dientes, por ser de plástico, va en el amarillo o si un espejo roto se bota en el contenedor de vidrios, son algunas de las preguntas que surgen, bolsas en mano, frente a los coloridos contenedores de basura.
La Rioja es la comunidad autónoma que menos residuos genera per cápita en España, solo después de Madrid. Según un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas, cada riojano, en 2021, produjo en su casa 401,4 kilos de basura, mientras que la media española es de 478,7 kilos. El podio de las regiones españolas con mayor cantidad de desechos por persona está compuesto por Baleares, Murcia y Canarias.
De los residuos de recogida selectiva, el vidrio es el que más peso acumula con 26,9 kilos, seguido por el papel y el cartón, con 25,4 kilogramos, y por último los envases ligeros 19,7 kilos.
La Rioja está por debajo de los índices del País Vasco y Navarra en envases y papel, aunque se acerca en la recogida de vidrio. Sin embargo, los riojanos tiran más en los contenedores amarillos y en los iglús verdes que los españoles, pero utilizan menos el azul.
Los siguientes mapas muestran por municipios los kilos de residuos, de estas categorías, que los riojanos han desechado por habitante el último año.
De los 6703 depósitos con los que cuenta la región para separar estos tres tipos de residuos, el 48% son para los envases, es decir el amarillo, el 28% son para el vidrio y el 24% son azules, para papeles y cartones. Según la empresa Ecoembes, que se dedica a la recolección de envases y papeles, en 2022, uno de cada cuatro residuos de los contenedores amarillos en La Rioja se ha botado en el lugar equivocado.
Más de tres cuartas partes de la basura producida por los riojanos está compuesta por residuos mezclados. El Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja ha estimado que de los contenedores de fracción resto que se recibieron el año pasado en Ecoparque, menos de la mitad corresponde a material orgánico y el 26% a la suma de los residuos que debería ir en los contenedores de envases, papel y vidrio.
En el caso de Logroño, que concentra casi la mitad de la población riojana, los datos muestran una cierta ambiguedad en la separación correcta de los residuos.
Mientras que el contenedor de materia orgánica, el marrón, asciende año a año en toneladas, el depósito verde de fracción resto pierde algo más de 3.500 toneladas en seis años.
Sin embargo, a partir del 2020, quizás por el confinamiento y las restricciones por el covid, las tendencias se rompen. Entre los años 2017 y 2019 la disminución de la fracción resto, de nula separación, va en paralelo del incremento de las toneladas en los residuos de recogida selectiva. A partir de ese año, mientras se recupera el orgánico cae el vidrio y el envase pero asciende la recogida de papel y cartón.
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Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
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