«Todavía queda mucho trabajo para reducir la brecha de género en el sector tecnológico»

AERTIC supone una excepción dentro de un mundo –sector TIC– muy masculinizado. La Agrupación de la FER cuenta con cinco trabajadores y tres de ellos son féminas. «Las mujeres aportamos rasgos como una gran capacidad de organización, orientación a la planificación y coordinación, así como habilidades de multitarea y empatía. Estas cualidades son fundamentales para fortalecer las relaciones interpersonales dentro del equipo y para impulsar el crecimiento y desarrollo de la entidad en su conjunto. Lejos de ser un hándicap, la representación femenina en la gestión de la asociación es un activo invalorable... por lo que no es un hándicap sino algo positivo para AERTIC», señala Silvia Míguez, una de las trabajadoras.

No obstante, las tres coinciden en que se mueven en un entorno 'masculino'. «Históricamente el mundo de la tecnología ha sido dominado por hombres. Algo que se refleja en la disparidad de género en roles técnicos y de liderazgo en las empresas del sector TIC», afirma Seila Jiménez, a lo que Laura Urbieta añade: «Sigue habiendo una presencia muy minoritaria de las mujeres. En España el porcentaje de mujeres empleadas en el sector tecnológico está por debajo del 20% y desgraciadamente, si atendemos a los datos de matriculaciones, no parece que esta situación vaya a revertirse en el corto plazo».

El desequilibro de sexos no encuentra una razón clara: «Las mujeres enfrentamos barreras desde una edad temprana al percibir las disciplinas técnicas como dominio de los hombres. Es crucial abordar la falta de referentes técnicos femeninos desde edades tempranas así como utilizar un lenguaje equitativo que no refuerce estereotipos de género y que fomente un ambiente igualitario». En términos similares se expresa Laura Urbieta: «A las jóvenes les faltan referentes femeninos en las TIC. De hecho, si pensamos en las grandes tecnológicas mundiales, no nos vendría a la cabeza ninguna mujer en los puestos de más alto nivel. Bill Gates, Elon Musk, Jeff Bezos… no hay referentes femeninos. Otro freno a la elección de una carrera tecnológica es que persisten ciertos estereotipos del informático como un friki que vive aislado con su código y no se relaciona con nadie, y esto puede desanimar a las jóvenes, pero también a sus familias».

No obstante, desde AERTIC se trabaja en revertir la situación y Seila Jiménez explica que «en AERTIC desde hace ya tiempo estamos comprometidos con reducir esta brecha de género en el sector TIC. Para ello, organizamos eventos y llevamos a cabo iniciativas orientados a fomentar las vocaciones e interés de las niñas en carreras STEM en colaboración con diferentes Administraciones públicas y centros educativos» y todo ello ha contribuido a que «se observe una evolución gradual hacia un mayor equilibrio», según explica la trabajadora de AERTIC.