«No puede ser que en el turno de noche una enfermera pueda llegar a tener a su cargo hasta veintidós pacientes»

La demora en sacar adelante la normativa impide, a juicio de Sáenz-Torre, que se pueda garantizar en óptimas condiciones la seguridad asistencial en los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios, a través de una asignación máxima de pacientes por cada enfermera.

«No puede ser que en el turno de noche una enfermera pueda llegar a tener a su cargo hasta 22 pacientes», denuncia, ni que durante el día tenga que a atender a 10 cuando la ratio segura y la media en Europa es de 8. Si se atendiera a esa ratio, en La Rioja calcula que se necesitarían unas 600 enfermeras tanto para la sanidad pública como privada. Así se estimó en 2018. Con la pandemia se reforzó la plantilla. La de entonces era «claramente insuficiente», señala. A día de hoy, pese a las contrataciones, las necesidades derivadas de la crisis sanitaria y de la campaña de vacunación también se han incrementado y, por tanto, estima que todavía se necesitan 600 enfermeras.

En su opinión, los gobiernos y los partidos políticos han «abandonado el sistema sanitario», al «no hacer realidad los compromisos expresados en lo peor de la pandemia para asegurar los recursos y medios necesarios». De ahí, que este miércoles en Madrid hayan clamado por resolver los déficits de la sanidad que «se sufrieron de la manera más dramática y grave posible durante la pandemia del coronavirus», ha indicado.

La ley de Seguridad del Paciente, desde que se tomó en consideración en el pleno de la Cámara Baja el 15 de diciembre de 2020, lleva acumuladas cerca de 30 prórrogas al plazo de presentación de enmiendas parciales y eso que es una norma que, según SATSE, evita complicaciones, riesgos, reingresos y fallecimientos, como concluyen numerosos expertos nacionales e internacionales de acuerdo con estudios científicos. Ante esta situación, el presidente nacional de SATSE, Manuel Cascos, ha anunciado que comienza una nueva etapa de «presión y movilización» para la organización sindical en la que, si es necesario, se pedirá la participación y presencia activa del conjunto de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas de todo el país, además de a organizaciones y asociaciones que defienden a la sanidad, a sus profesionales y a los pacientes y usuarios.