«Puede existir un fraude puntual, pero en España no hay un problema»

Y los máximos responsables de médicos y farmacéuticos en La Rioja confían en que así siga siendo, aunque recelan de la aparición de estos compuestos en el mercado negro. Su capacidad de adicción es tal que comenzar a consumirlo sin la prescripción ni la vigilancia adecuada puede suponer un abismo por el que ya han caído millones de personas.

«En España contamos con un sistema de medicamentos garantista. El fentanilo no está fuera de los canales oficiales ni hay falsificaciones. Puede existir, como se ha visto, un fraude puntual. Pero no hay un problema», explica Mario Domínguez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja.

Domínguez deja bien claro que medicinas como el Actiq «son necesarias» y que permiten tratar dolores como el oncológico. «Hay que decirlo así: son una suerte para tratar ese dolor u otros similares y para eso se prescriben. Pero nada más», añade. Por eso, afortunadamente, todavía en España «consumir fentanilo de manera irregular es prácticamente imposible: hay un registro de las dosis que entran y salen en farmacias, quirófanos... Se vigila mucho la prescripción y últimamente se recetan menos y siempre con el gran trabajo detrás de unidades como la del Dolor o Paliativos», añade Domínguez. «Debemos llamar a la tranquilidad porque el sistema funciona», incide.

De la misma opinión es Inmaculada Martínez, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de La Rioja: «Lo que hemos visto ha sido súper puntual, una falsificación. Lo habitual es la inspección y el control absoluto», señala. «Está matando en Estados Unidos, arrasando y dejando zombis a miles de personas y, lamentablemente, está introduciéndose en Europa. Por eso hay que ser extremadamente vigilantes», señala, lo que incluye también detalles como «rellenar exquisitamente la prescripción» para evitar fraudes como el protagonizado por la detenida por la Policía Nacional tras estafar a una veintena de facultativos.

En Proyecto Hombre se ratifica la idea de que, afortunadamente por el momento, la presencia del fentanilo en las calles de La Rioja es poco más que testimonial. «Nos han llegado casos muy puntuales relacionados con el ámbito sanitario el tratamiento analgésico que ha convertido a esas personas en adictas. Pero son casos contados», indica Óscar Pérez, director del centro residencial de Proyecto Hombre.