«El pueblo está expectante. Hay incertidumbre por saber el final»

En Entrena, el caso de la desaparición de Javier Ovejas suscitó más curiosidad que conmoción porque el joven no era natural del pueblo, apenas llevaba unos meses viviendo en él con su pareja, Pilar, que tampoco es natural de allí. «Aquí en el pueblo casi nadie conocía al desaparecido, por lo que tampoco se comenta mucho sobre él. Lo que más ha llamado la atención es el ruido mediático que se ha vivido este último año, sobre todo en los primeros meses de la desaparición», comenta José Antonio, vecino de la localidad.

Quién sí es vecino de la localidad es el detenido, O.P.R., con un amplio historial delictivo, antecedentes penales y numerosos expedientes sancionadores de la Delegación del Gobierno y las consejerías de Salud y de Agricultura y Ganadería del Gobierno de La Rioja. Pero, sobre él, ningún vecino ha deseado hablar nunca.

Por lo demás, los agricultores tampoco han sufrido en exceso las batidas de búsqueda, muchas de ellas realizadas en plena época de vendimia y recolección de la pera, los cultivos más extendidos en el término municipal entrenero. En una ocasión, eso sí, se cortó el riego de las acequias del Río Antiguo para facilitar la búsqueda, en la que la Guardia Civil no ha escatimado medios, empleando a sus unidades de Servicio de Seguridad Ciudadana, Equipo de Rescate e Intervención en Montaña, Grupo Especial de Actividades Subacuáticas, Seprona, Cinológica e, incluso, el helicóptero.

«El pueblo, como es lógico y normal, está expectante cuando surge cualquier noticia con el caso. Nadie comenta nada, solo hay incertidumbre por saber el final», advierte la alcaldesa de Entrena, Dolores Aragón, quien tampoco puede aportar más información sobre el caso. «Yo, como alcaldesa, no tengo ninguna información que pueda aportar», concluye Dolores Aragón.