«Este proyecto me sirve de terapia. Del cáncer que tengo, ni me acuerdo»

– ¿Qué objetivo tiene?

– Trato de llamar la atención para que Ausejo se muestre más a La Rioja y al exterior a través de las redes sociales. Es un lugar bonito para visitar y vivir, acogedor. Integra las culturas rumana, magrebí, portuguesa y creo que hay algún sudafricano.

– ¿Cuenta con ayuda?

– Cuando no sé algo, salgo a la calle y pregunto a la gente de mi edad. Tengo 60 años. Es muy importante que los vecinos aporten fotografías antiguas. Algunos ya lo están haciendo. También he recurrido al Ayuntamiento. Los lugares desaparecidos de los que no se conservan imágenes, intento reconstruirlos dibujándolos en el ordenador, según mi memoria.

– ¿Dónde lo publica?

– En mi Facebook y en el de 'Ausejo, un pueblo con encanto'. Todas las semanas subo una página editada en el ordenador. No sé cuanto me podrá llevar recopilar todo.

– ¿Cómo surgió esta idea?

– El 23 de diciembre me diagnosticaron un cáncer de próstata. Me dije, Alfonso, este es el momento de desarrollar el proyecto. En principio tenía intención de hacerlo una vez jubilado, a los 65 años.

– Hay que aplaudir su entereza... ¿Cuál es la mayor dificultad que se encuentra?

– Conseguir fotos de los sesenta, setenta y ochenta es muy difícil. Algunas he recogido del Facebook. Hay quienes me envían por WhatsApp.

– ¿Cuánto tiempo le dedica?

– El miércoles empecé a escribir a las cinco y media de la mañana. Puede ser a cualquier hora. Cuando me viene un recuerdo lo dejo plasmado en el borrador. Mi mujer está harta (risas) y me dice «en qué hora empezaste esto».

– ¿Lo publicará en un libro?

– Si alguna editorial está interesada... me comprometo a destinar las ganancias del libro a la Asociación Española Contra el Cáncer porque a mi este proyecto me sirve de terapia. No tengo tiempo de ocuparme del cáncer que tengo, ni me acuerdo.

–¿Qué profesión tiene?

–Soy agricultor, un hombre de campo abierto al exterior. Escribí mis primeros poemas en 1978 y continúo. También me gusta la filosofía y dejo algún pensamiento. Si tengo tiempo, igual lo plasmo en un libro. Siempre me ha gustado escribir.